El retraso sobre la edad de jubilación también alcanza al tenis. Nadie, salvo los resultados, empuja a los jugadores a dejar el circuito profesional para pasar a los bolos de veteranos, pero hoy en día la treintena no supone ninguna red imposible de superar como ya no aparecen jovencitos imberbes en el circuito capaces de llevarse un Grand Slam. Así que el torneo de Wimbledon, del 24 al 7 de julio, reunirá de nuevo a un grupo de cabezas de serie que apenas ha variado en los últimos cinco años, el período que ha coincidido con la consolidación, entre los primeros puestos, de un cuarteto se lleva todos los títulos: Roger Federer, Rafa Nadal. El último tenista fuera de este exclusivo círculo que se adjudicó un título del Grand Slam fue el argentino Juan Martín del Potro, en el US Open de 2008.

Lejos parecen haber quedado los tiempos en los que un ´outsider´ daba una sorpresa y se plantaba en las últimas rondas. El tenis, pese a no perder interés y calidad en el juego, ha quedado constreñido a cuatro raquetas, lo que le está haciendo perder el factor sorpresa. En Wimbledon, las apuestas volverán a estar centradas en ellas. El número 1, Novak Djokovic, es el máximo favorito, pero contará con la competencia de Federer, siempre cómodo en Londres, un Nadal impulsado por su victoria en Roland Garros y Murray, que ya sabe lo que es ganar en el All England Tennis Club. Eso sí, fue en los Juegos Olímpicos del año pasado.

El australiano Lleyton Hewitt lograba en 1998 el torneo de Adelaida para convertirse con 16 años y 10 meses en el jugador más joven en ganar un torneo de la ATP; el estadounidense Michael Chang conquistaba Roland Garros en 1989 con 17 años y 3 meses; con cuatro meses más ganaba el alemán Boris Becker el de Wimbledon en 1985; con 18 ganó el sueco Bjorn Borg en la arcilla de París en 1974 y con 19 iniciaba el estadounidense Sampras su cuenta en el Open USA (1990) y Rafa Nadal en 2005 la suya en la Philippe Chatrier.

Fue el balear el último sub´20 en ganar un torneo del Grand Slam. El circuito envejece y hoy en día parece más factible que se supere la marca del español Andrés Gimeno, el más veterano en lograr un grande (ganó Roland Garros en 1972 con 34 años) que la de Michael Chang. Baste un dato: de los ocho cuartofinalistas del último Roland Garros, cuatro superaban la treintena: los españoles Robredo y Ferrer, el suizo Federer (los tres con los 31 cumplidos) y el alemán Tommy Haas, en plena segunda juventud con 35. Los otros cuatro fueron el serbio Djokovic (26), el español Nadal (27), el suizo Wawrinka y el francés Tsonga, ambos con 28. La media de los ocho: 30 añitos.

Muchos factores ayudan a prolongar la vida laboral de los tenistas. Mayor control médico, mejor preparación física, raquetas y zapatillas estudiadas hasta el más mínimo detalle. Todo cuenta. Y por ello no es de extrañar que entre los 150 primeros del ranking mundial aparezcan 33 jugadores mayores de 30 años y sólo 8 menores de 21. Y cuanto más arriba, las diferencias crecen: el más joven en el ´top ten´ es el argentino Del Potro, con 24 años, mientras que Federer y Ferrer superan la treintena. La media de los diez primeros se acerca a los 28 años. Más: entre los 50 primeros hay trece treintañeros (Federer, Ferrer, Haas,Youzhny, Robredo, Benneteau, Melzer, Nieminen, Feli López, Davydenko, Fish, Stepanek, Montañés y Hanescu) y ninguno que baje de los 21.

Un total de 22 jugadores se reparten los 34 torneos que se llevan disputados en la presente campaña y en la lista sólo aparecen tres jugadores por debajo de los 24 años: el japonés Nishikori (23, en Memphis), el canadiense Raonic (22, en San José) y el australiano Tomic (21, en Sydney). En el otro lado encontramos cinco jugadores por encima de la treintena: el alemán Haas (35, en Munich), los españoles Montañés (32, en Niza), Robredo (31, en Casablanca) y Ferrer (31, en Auckland y Buenos Aires), y el suizo Federer, que a dos meses de cumplir los 32 lograba ayer sobre la hierba de Halle (Alemania) su primer título de la temporada, al remontar 6-7, 6-3 y 6-4 al ruso Youzhny, otro treintañero.