Como no podía ser de otra manera, el CD El Palo celebró el ascenso a la Segunda División B del fútbol español hasta el amanecer, como habían pactado antes de disputar la vuelta del último play off de ascenso ante el Deportivo de la Coruña B pasase lo que pasase. El primer ascenso a la categoría de bronce bien lo merecía. Los jugadores festejaron el ascenso sobre el verde sintético del Nuevo San Ignacio con su gente -familiares y socios del club- hasta dos horas después de que acabara el choque contra los gallegos. Casi la totalidad de los 200 socios del club y los más allegados del plantel quisieron ser participes del festejo paleño en un ambiente más íntimo, pero igual de emotivo.

Pero la fiesta continuó a medianoche, primero con una buena cena en la marisquería Godoy, propiedad del presidente del club que quiso invitar a sus jugadores por la gran gesta. Del Muelle Uno y capitaneados por dos invitados ilustres al festejo, los futbolistas Aranda y Apoño, continuaron la celebración en una conocida discoteca de Los Álamos para acabar un día y una noche inolvidable desayunando chocolate con churros. Los reconocimientos institucionales llegarán durante esta semana, con el recibimiento del alcalde en el Ayuntamiento y un baño de masas por las calles de El Palo. Merecido se lo tienen.