El Palo volvió a tener contra las cuerdas al Cartagena, justo como en la primera jornada liguera. Los pupilos de Luis Tevenet tuvieron que sudar, esta vez aún más si cabe, para doblegar a una escuadra que acumulaba una racha de siete jornadas positivas, sin traspié alguno. Después de que Javilillo adelantara con un golazo al cuadro paleño, la desafortunada acción de Nacho Aranda que acabó con el esférico en sus redes dio alas a los murcianos. Megías, en el minuto 77, culminó la remontada. Otra vez se escapó el milagro, igual que en Cartagonova.

Con una mañana marcada por la buena meteorología y el ambiente propio de la víspera de la festividad de Reyes, el Cartagena se vio sorprendido desde el pitido inicial por el buen despliegue táctico y físico que planteó Rafa Muñoz. Cada balón colgado al área resultaba peligroso para los zagueros visitantes. No obstante, el gol tardó en llegar. Tuvo que ser al filo de la primera hora de juego, con un fantástico disparo de Javilillo ante el que tuvieron que apretar los dientes los albinegros.

Por encima del aburrimiento que imponían los zapatazos de dos rivales temerosos de la capacidad del rival, la incertidumbre en el marcador animó el partido. En una primera parte escasa en ocasiones, porque el Cartagena no lograba trenzar tres pases seguidos y los locales tampoco hallaban fácilmente el camino de la meta rival, Gerrit o Adri ponían los mejores momentos.

La acción más peligrosa de los primeros instantes tuvo no obstante como protagonista al visitante Fernando, que casi aprovecha un error de la zaga local para anotar el primer gol. El máximo anotador cartagenerista lo quiso hacer todo él, cuando lo más eficiente hubiera sido pasar el balón a Fede, que llegaba libre de marca. No elegía la mejor opción y su disparo lo mandaba el meta a saque de esquina. Se cumplía el minuto 18 y poco había que rascar hasta ese momento. Hubo que esperar hasta la media hora del partido para volver a ver al Cartagena generar otra oportunidad.

La primera parte acabó tal y como empezó, con un resultado que demostraba que el juego había sido escaso y las ocasiones mínimas. Tras la reanudación, sin embargo, se vieron más enchufados a los locales. Quisieron morder primero y apretaron a la defensa albinegra, que se tuvo que emplear a fondo para tratar de frenar las reiteradas acometidas.

Pero nada pudo hacer la retaguardia murciana contra un inspirado Javilillo. Su genial lanzamiento se colaba frente a un guardameta Limones que nada pudo hacer para interponerse en la trayectoria del esférico. Ahí despertaría el Cartagena, decidido a no dejar escapar más puntos fuera de su feudo.

Sacó desde el punto central dispuesto a cambiar la situación y lo conseguiría. Se fue para arriba y la entrada de Menudo al campo dotó a los albinegros de más mordiente y mayor peligrosidad. Seis minutos después del gol paleño, el mencionado Menudo lanzaba una falta dentro del área que tocaba el central local Nacho Aranda para mandar el balón a la red.

El Cartagena se crecía por momentos y Carlos David ya tuvo la oportunidad en el minuto 74 de obrar la remontada. Su primer disparo lo detenía el meta en una ocasión clara y el rechace, que él mismo recogía, terminaba por encima del larguero. Sin embargo, Megías no desperdiciaba su oportunidad de poner por delante a los suyos, con un disparo desde la frontal del área tras otra nueva jugada de Menudo. El murciano enganchaba un buen y seco remate ante el que nada podía hacer el gran meta Pagola.

Los albinegros habían conseguido cambiar el signo del encuentro, justo como en la primera jornada y frente al mismo rival. Pero faltaba un cuarto de hora y tendrían que sufrir mucho. El Palo no dejó de atosigar y entonces fue Limones el encargado de evitar el empate. Un disparo de Alexis fue repelido por el portero en una crucial intervención.

El conjunto malagueño hasta logró enviar al palo un fuerte disparo, en su última oportunidad para empatar. Los visitantes no respiraron hasta que el colegiado decretó el final del encuentro, la señal para saber que no pierden el principal tren del ascenso.