El Alcorcón, con un gol de falta de Dani Pacheco a los 71 minutos, se impuso este miércoles al Espanyol (1-0) en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey tras un partido en el que el conjunto local, de Segunda División, fue superior al visitante a lo largo de los noventa minutos pese a la diferencia de presupuesto entre ambos.

Después de unos minutos de tanteo en los que parecía más entero el Alcorcón, mediada la primera mitad la lógica se fue imponiendo a nivel futbolístico y el conjunto catalán fue ganando metros al área de su rival, aunque su dominio de la posesión no se traducía en ocasiones.

La velocidad en ataque de jugadores como Sergio García y el francés Thievy apenas puso en apuros al Alcorcón, que en ningún momento perdió la compostura y mostró una buena solidez defensiva.

A los 71 minutos, el Alcorcón terminó de ilusionarse con el partido que estaba realizando al ponerse por delante con un tanto de Pacheco, quien estuvo listo para sacar rápido una falta muy lejana y sorprender con un potente disparo al portero Germán Parreño.

Por su parte, el delantero del Betis Rubén Castro, con su gol (1-0), castigó a un Athletic de Bilbao que mereció mucho más. El Athletic "bailó" al Betis en los primeros cuarenta y cinco minutos, en donde el equipo que adiestra Ernesto Valverde fue el controlador absoluto del juego, con toque, toque y toque.

A a los 41 minutos en otro de los pocos ataques coordinados del Betis, centro medido de Juanfran y remate de cabeza de Rubén Castro ante un desorientado Herrerin. 1-0 y desborde de alegría en una afición castigada por un equipo sin nervio ni juego.

Tuvo otra oportunidad el Athletic, ya en el minuto 44, en uno de los innumerables acercamientos al área bética con remate final de Mikel Rico en medio de una nube de jugadores y balón lejos del marco de Ardensen.

No obstante pudo el Athletic poner la igualada en el minuto 88 cuando Kike Sola, en un nuevo error de la zaga verdiblanca, mandó el balón al palo derecho de Andersen.

Racing y Almería empatan en partido marcado por invasión del palco

Racing y Almería empataron, con goles de David Concha y Corona, en partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey que estuvo marcado por los graves incidentes que se produjeron cuando un grupo de aficionados invadió el palco e intentó agredir al presidente del club cántabro, Ángel Lavín.

En la primera jugada del partido, los jugadores del Rácing, que no cobran desde hace tres meses, manifestaron su protesta quedándose inmóviles, hasta que el Almería echó el balón fuera.

El partido comenzó con una jugada pactada entre ambos equipos, en la que sacó el Almería del centro del campo, hacia terreno del conjunto cántabro, cuyos jugadores hicieron la "estatua" dejando salir el balón por banda, en un acto de protesta ante los impagos de que están siendo objeto por parte del club.

En el inicio de la segunda parte se calentaron los ánimos en la grada cuando la Policía Nacional acudió a las inmediaciones a identificar a un aficionado que increpaba al palco, lo que suscitó otra protesta de la afición al grito de "¡Fuera chorizos del Sardinero!", dirigidos al palco.

Y, poco después, los aficionados más radicales del Racing invadieron la tribuna y una veintena de ellos, superando la improvisada barrera de la seguridad privada, logró acceder al palco donde intentaron agredir a Ángel Lavin, al que arrojaron algunos objetos hasta que intervino la Policía Nacional.

Mientras se producían estos graves incidentes el juego continuó y se produjo la entrada de Koné y del joven David Concha, quien en su primera acción se internó en el área, superando con un toque suave a Ustari, para establecer la igualada.