El Rayo y el Levante decidirán su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey dentro de una semana después de que ambos empataran en Vallecas (0-0), en un encuentro de ida en el que el cuadro madrileño puso la actitud y las ocasiones ante un rival muy sólido sobre el césped pero que pecó de conformismo.

El conjunto madrileño, inmerso en una delicada situación deportiva después de más de dos meses sin ganar en la Liga que lo han situado en puestos de descenso, afrontó el choque con la única intención de dar buena imagen y mejorar aspectos que están lastrando mucho su rendimiento, sobre todo a nivel defensivo.

El Levante, con una situación mucho más cómoda en Liga, llegó a Vallecas con la firme intención de sorprender al Rayo y, desde el primer minuto, le cedió la posesión del balón y se mostró muy firme en todas sus líneas para buscar el error de su rival y basar su juego en acciones rápidas a la contra.

Llevar a cabo ese planteamiento le costó mucho al Levante, en parte porque el Rayo se mostró muy seguro en defensa y muy serio en la medular, no dando opciones de réplica a su fútbol de toque y combinación, hoy comandado por Raúl Baena y Roberto Trashorras.

Al Rayo la presencia en el once de los extremos Alberto Perea y Iago Falque le vino muy bien porque ambos dotaron de aire fresco a su ataque, muy desgastado y previsible en los últimos choques, y por sus botas pasaron los principales acercamientos sobre la meta rival en la primera mitad.

El Levante solo dio muestras de peligro en acciones aisladas, como en un disparo lejano de Camarasa a los 16 minutos y otro de Sergio Pinto de falta que atrapó Rubén en el 34.

Lesión de Perea

Antes de acabar la primera parte, y cuando más estaba dominando el Rayo, el conjunto madrileño perdió a Perea, que sufrió una lesión en un tobillo al apoyar mal y tuvo que ser sustituido por el guineano Lass Bangoura.

En la segunda mitad, el encuentro cambió de dueño y pasó a ser del Levante, que adelantó sus líneas y mejoró mucho sus prestaciones ofensivas cuando Pedro Ríos, Ángel e Ivanschitz se pusieron a triangular y crearon cierto peligro a la zaga franjirroja.

Para sacar del letargo al Rayo, el técnico Paco Jémez dio entrada al canterano Rubén Ramiro, que suplió su inexperiencia en el primer equipo con descaro y atrevimiento.

El ritmo cansino del encuentro aletargó durante bastante minutos a ambos equipos hasta que, en el 78, Trashorras remató un balón desde fuera del área que obligó a Javi Jiménez a realizar una buena estirada y despejar el esférico por encima del travesaño.

Apenas cinco minutos después, el Rayo tuvo otra oportunidad de adelantarse en el marcador por medio de Jonathan Viera, que remató fuera, y dentro del área, un balón centrado desde la derecha por Tito que solo tenía que empujar a puerta.

La última oportunidad del encuentro llegó en el minuto 89 con un lanzamiento de falta de Sergio Pinto que se estrelló en el travesaño de la meta defendida por Rubén.