El Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón logró anoche, viernes, una importante victoria en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante un Força Lleida que no pudo aguantar el ritmo de los chicos de Francis Tomé.

A pesar de que los primeros minutos de partido fueron de tira y afloja, y que en el primer cuarto mandaran los ilerdenses (16-17), en ningún momento dio la sensación de que el Clínicas no podría ganar el encuentro. Terrell Vinson amagó durante unos minutos con amargarle la fiesta a la grada malagueña con 9 puntos prácticamente consecutivos, superando una y otra vez la defensa del Clínicas. Así, cuando el equipo se puso a trabajar, la cosa cambió por completo.

Un tiro de Tutty Sabonis devolvió la ventaja al Clínicas nada más iniciarse el segundo periodo. A partir de ahí, una gran defensa y un buen dominio del rebote facilitó mucho la cosa al equipo de Tomé, que desde la banda no dejó respirar a los suyos ni les dejó relajarse en defensa. Desde atrás es desde donde se sacó verdaderamente la ventaja con la que se alcanzó el descanso del partido (35-28), con Ricardo Guillén tirando del carro en los últimos minutos con cinco puntos consecutivos.

Tras el descanso, el tercer periodo tuvo un nombre propio: Morayo Soluade. El inglés se marcó unos minutos de auténtico lujo y anotó hasta tres triples que suponían que el Força Lleida, a pesar del empeño de Llorca y Vinon, no pudiera acercarse en el marcador. El ´5´, con Guillén y Todorovic como escuderos, mantuvo en todo momento las distancias entre ambos conjuntos, hasta el punto de que al término del cuarto la ventaja malagueña era ya de once puntos (54-43). Todo eso después de que los de Joaquín Prado se llegaran a poner a tan solo cuatro de distancia.

El último cuarto comenzó con un triple de Sergio Llorente y una canasta de Terrell Vinson, que volvió a meter en el partido a los visitantes. Richi Guillén anotó una canasta que dio tranquilidad a su equipo en un momento en el que el marcador se estancó en 58-48. A partir de entonces se desató el vendaval malagueño. Un mate de Dejan Todorovic por aquí, otra canasta de Guillén por allá, así como una enorme defensa, dejaron sin opciones al conjunto ilerdense (66-52).