El mallorquín Rafael Nadal sufrió para doblegar al japonés Kei Nishikori, por 7-6 (3), 7-5 y 7-6 (3) después de tres horas y 17 minutos, pero encontró el momento de atacar en cada set para hacerse con un puesto en los cuartos de final del Abierto de Australia.

Nishikori jugó un gran partido y mantuvo a raya al número uno del mundo. Tiene el japonés el don de la colocación en la pista, y una gran facilidad para conectar golpes ganadores escondiéndolos hasta el último momento, pero le falta aún el paso adelante para derrocar a un rival tan endurecido en mil batallas como es Nadal.

El español ganó un partido complicado en el que le ocurrió de todo. Fue advertido por la juez de silla Eva Asderakis por violación de tiempo dos veces. Rafa, que no había perdido un solo saque en los tres partidos anteriores sufrió cuatro robos en éste, rodó por los suelos y se rompió los cordones de su zapatilla izquierda y su mano izquierda, en la que tiene una llaga, tuvo que ser supervisada por el fisio al final del segundo set.

Después de la exhibición ante el francés Gael Monfils en la ronda anterior, a 'Rafa' le tocó trabajar a destajo, correr más que nunca este año en la Rod Laver Arena, y sentirse dominado en muchos momentos por el inspirado pupilo de Michael Chang.

Pero como casi siempre, su entrega le dio sus frutos y exprimió su experiencia para romper en el momento adecuado y desvanecer las esperanzas de su rival, que encajó una nueva derrota, la sexta, y que solo mantiene un set ganado ante el español desde aquel primer duelo en Queen's de 2008.

"Hoy ha sido difícil pillar la posición dentro de la cancha. Kei siempre juega muy rápido y tiene una movilidad fantástica. Y esta vez ha pillado la bola mucho más rápido que en otros partidos. He tenido que correr más que nunca y estoy contento porque mis piernas han respondido", resumió el español.

Una de las preocupaciones que tiene ahora mismo Rafael Nadal es la herida abierta en forma de llaga en su mano izquierda, lesión difícil de tratar que según el tenista de Manacor pone en peligro su torneo.

"No es doloroso pero sí es difícil de cubrir, y si lo hago me impide sentir la bola y la raqueta", dijo Nadal mostrando su mano abierta con la llaga en la parte superior del centro de la palma. "Si sigo así me la voy a destrozar", comentó.

Nadal explicó que hace unos días se inflamó pero ahora está "en carne viva" y que no puede permitirse el lujo de parar ni de dejar de entrenarse.

"El torneo está complicado así porque necesitaría cinco días para que la piel se recuperase y juego dentro de dos días", advirtió el número uno del mundo. "Hay que prevenir y tratarla con todo lo que disponen los médicos, porque mi torneo está en peligro y no creo que pueda jugar sin vendaje el resto del torneo", aseguró.

Convencido de que tendrá que jugar cubriendo esa zona, Nadal asumió el riesgo. "Es verdad que se pierde un poco de sensibilidad, pero no voy a ganar ni a perder por eso", dijo.

Sobre su próximo rival, el búlgaro Grigor Dimitrov, comentó que "está destinado a estar arriba" y que "tiene todo el talento para ser uno de los mejores de mundo y optar a ganar torneos como este".

"Su revés cortado es espectacular, y con el liftado, al ser a una mano, algunas veces comete algún error. Contra él hay que jugar con calidad y posición igual que hice contra Monfils", dijo.

"A día de hoy mi juego tiene más argumentos para jugar mejor contra este tipo de jugadores, pero hoy con el viento perdía pista. La clave es tener moral y confianza", aseguró Nadal.