El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha admitido a trámite la querella interpuesta por un socio del Barcelona por el fichaje de Neymar ya que podría haber respondido a "una simulación contractual", pero no cree "urgente" por el momento citar al querellado, el presidente del club, Sandro Rosell.

En un auto, el juez acoge los argumentos de la Fiscalía pidiendo la admisión de la querella y afirma que de la documentación aportada por el Barcelona "se desprenden elementos suficientes" para investigar los hechos y que "podría apuntar a una simulación contractual presuntamente llevada a cabo entre los firmantes de los acuerdos" para el fichaje, cuyo montante económico el querellante cree que se ocultó a los socios.

El juez considera que no es "urgente" llamar a declarar a Rosell hasta que no se practiquen varias diligencias que acuerda en este auto admitiendo la querella por apropiación indebida, entre ellas pedir a la FIFA la documentación del fichaje y al propio jugador el contrato que firmó con la sociedad N&N, propiedad de su padre, por el que le cedía sus derechos.

Por su parte, Sandro Rosell pedirá este jueves al juez que se inhiba en el caso de la querella en su contra por el fichaje de Neymar, por presunta apropiación indebida de fondos, y que el caso se tramite en la Audiencia de Barcelona.

Fuentes del club blaugrana han justificado a Europa Press que como todos los contratos en que se basa la querella --por presunta simulación contractual-- fueron firmados en la capital catalana y no en Brasil, la Audiencia de Barcelona es la competente.

En este sentido, tal y como pidió el fiscal José Perals, el juez pide a la FIFA que aporte la documentación que guarda en sus archivos relativa al fichaje de Neymar; solicita al jugador que remita el contrato con la sociedad Neymar&Neymar (N&N), que al parecer gestiona su padre, por el que cedía sus derechos económicos futuros; y cursa una comisión rogatoria a Brasil para que se aporten los contratos de trabajo y traspaso del jugador.

Además, reclama al Barcelona que aporte los contratos que sustentan el pago de 7,9 millones de euros por los derechos de tres jugadores juveniles del Santos así como los contratos por los que se produjo un pago de 9 millones por que el club culé jugara dos partidos amistosos contra el club brasileño.

Una vez que tenga esta documentación, el juez procederá a fijar "hora y día" para tomar declaración como testigos-peritos a los responsables de la auditora Deloitte que informaron el 30 de junio de 2012 y 2013 sobre las cuentas del Barça.

Mutación de contratos

Ruz señala que la información que obra en la causa permitiría concluir "de forma provisional" que existió "una mutación de lo que era un contrato por el que se transferían los derechos económicos sobre los derechos federativos de N&N al Barcelona (por 40 millones de euros) en una cláusula de penalización del mismo". Además, "resultaría también que la cantidad abonado como 'préstamo' en 2011 constituía más bien una garantía del futuro del contrato".

"Cuestiones ambas -concluye el juez- que podrían apuntar a una simulación contractual presuntamente llevada a cabo entre los firmantes de los acuerdos, que pudiera evidenciar una falta de correspondencia entre la causa y finalidad real de los compromisos y obligaciones económicas en aquellos documentados con el título nominal y apariencia formal de los contratos suscritos".

En noviembre de 2011, tal y como señaló la Fiscalía en su informe, el Barça, Neymar y la sociedad N&N firmaron un contrato para que el futbolista jugara en el club azulgrana a partir de 2014, cuando terminaban sus derechos federativos con el Santos.

En este acuerdo se pactó abonar a la sociedad del padre 10 millones de euros en virtud de "un contrato de préstamo sin intereses y a amortizar cuando se formalizara el contrato laboral". Además, el precio por la adquisición de los "derechos federativos y económicos", propiedad de N&N, se estipuló en 40 millones y se estableció una penalización en caso de incumplimiento por idéntica cuantía.

En junio de 2013 las tres partes, sin embargo, decidieron rescindir este contrato ya que el jugador se había incorporado al Barça después de que el club cerrara un acuerdo de transferencia con el Santos por el traspaso de los derechos federativos. En ese punto, la entidad presidida por Rosell reconoció que había incumplido el contrato de 2011 y abonó 40 millones de euros en concepto de penalización. También se firmó el contrato con el jugador.

No aparecen en las cuentas

En las cuentas anuales del ejercicio 2011-2012 constan los diez millones del préstamo como "inmovilizado intangible deportivo", a los que el club se refiere como "un compromiso firme de compra a largo plazo por 40 millones de euros". Sin embargo, en las de 2012-2013 no se cita la "cláusula de penalización" de 40 millones (30 puesto que 10 se habrían abonado como préstamo en 2011) y en el informe de gestión no se cuantifican los gastos del fichaje ni el pago a Santos por la adquisición de los derechos a pesar de que se imputa contablemente en ese ejercicio.

La querella contra Rosell fue presentada por el portavoz de la plataforma opositora 'Consulta Barça', liderada por el socio Jordi Cases. Esta parte sostiene que el club fichó a Neymar por 57,1 millones de euros, de los cuales 40 habrían ido a N&N y 17,1 se habrían abonado en concepto de derechos federativos. A esta cantidad habría que añadir 7,9 millones de euros por un acuerdo sobre tres jugadores del Santos, equipo en el que militaba Neymar, y otros 9 por la celebración de dos partidos amistosos.