La selección española de balonmano se quedó sin billete para la final del Campeonato de Europa, que se está celebrando en Dinamarca, tras perder ante Francia (30-27) en la primera semifinal del torneo, un partido que decidió la vieja versión de los 'bleus', representada por Abalo, y también la nueva, en manos de su portero Cyril Dumoulin.

Otra vez Francia. El 'ogro' apartó del camino al equipo español, que supo reponerse al mal inicio, pero terminó por ceder ante la vigente campeona olímpica, que parece tenerle tomada la medida. El conjunto de Claude Onesta impidió a los 'Hispanos' optar a su primer título continental, algo que se le resiste al combinado nacional.

Tercera en el Mundial de Suecia (2011), cuarta en el Europeo de Serbia (2012) y oro en el Mundial de 'casa' del año pasado, España tendrá que conformarse por luchar por salir en la foto este domingo ante la perdedora de la segunda semifinal, la anfitriona Dinamarca o a la siempre peligrosa Croacia.

El comienzo no fue un lastre para España, que llegó a ir perdiendo 7-2 a los 11 minutos. El desacierto en las acciones ofensivas y las paradas del mejor Omeyer dieron a los 'bleus' la posibilidad de minimizar a la vigente campeona del mundo, irreconocible en los compases iniciales. Sierra, al contrario que su homólogo, no pudo dar ese salto de calidad que siempre se necesita en una semifinal europea.

Tras seis minutos sin anotar, y una irregular defensa --el 6:0 de Cadenas tardó tiempo en engrasarse-- Jorge Maqueda acabó con la sequía y dio inicio al despertar de los 'Hispanos'. Además, Sierra comenzó a aportar bajo palos y detuvo su primer '7 metros' al cuarto intento. El 'empujoncito' moral ya lo tenía España, cuyo camino ya fue hacia abajo.

La reacción pasó por las manos de un sobresaliente Joan Cañellas, que marcó cuatro goles de manera consecutiva (dos penaltis incluidos), para dejar el 12-14 al descanso, un resultado impensable por el buen hacer de la campeona olímpica, pero sobre todo por las sensaciones dejadas por Francia al haber dejado escapar una suculenta renta que podría haber sido casi definitiva.

Sin embargo, la segunda mitad comenzó de igual manera que la primera. El cortocircuito de España fue más que evidente y ni tan siquiera una doble superioridad le dio licencia para ampliar su renta, todo lo contrario. Parece que sólo la dificultad hacía responder a los españoles, que reaccionaron tras un contraataque de Viran Morros (17-16, min.37).

'Les Experts', que sólo han perdido en este Campeonato ante Suecia, se apoyó en las acciones en estático para desarbolar a España. Más por el demérito 'hispano' que por su propio acierto, al festival de Abalo se añadieron Daniel Narcisse (5 goles), Valentin Porte (7) y Michaël Guiguo, infalible en sus cuatro lanzamientos desde los siete metros.

Pese a los intentos por evitar la derrota, España se quedó sin la posibilidad de repetir suerte en la final tras su título mundial de 2013. En esta ocasión deberá luchar por la medalla de bronce, algo que ya consiguió hace 13 años, justo después de ganar a Francia por última vez en un duelo directo.

Francia: Omeyer (p), Dumoulin (p), N.Karabatic (2), L.Karabatic (-), Narcisse (5), Guigou (5, 4 de pen), Abalo (8), Joli (1 de pen), Accambray (-), Sorhaindo (2), Anic (-), Fernández (-), Honrubia (-) y Porte (7).

España: Sierra (p), Pérez de Vargas (p), Tomás (2, 1 de pen), Cañellas (10, 3 de pen), Entrerríos (4), Morros (1), Aginagalde (5), Maqueda (2), Sarmiento (-), Rocas (-), Guardiola (-), Rivera (1), García (1) y Ugalde (1).

Parciales: 2-1, 5-2, 9-5, 11-6, 12-10, 12-14 --descanso-- 16-16, 20-17, 21-20, 24-23, 27-25 y 30-27.