Francisco Rubio, juez único de Competición para la Copa del Rey, ha decidido declarar la incomparecencia del Racing de Santander ante la Real Sociedad,la pérdida de la eliminatoria y confirmar que no podrá participar en la próxima edición de este torneo en aplicación del artículo 77.1.a. del Código Disciplinario.

Estas sanciones se imponen después de que los jugadores del Racing se negaran a jugar el partido de vuelta de los cuartos de final ante la Real Sociedad al no dimitir el anterior consejo de administración.

En el primer punto de su decisión, el juez único declara "la incomparecencia por retirada colectiva del terreno de juego" del Racing y la consiguiente suspensión por parte del colegiado.

En el segundo da "por concluido formalmente el citado encuentro", en el tercero "por perdida la eliminatoria al club incomparecido, que no podrá participar en la próxima edición de Campeonato de España/Copa de S.M. el Rey, en aplicación del artículo 77.1.a) del Código Disciplinario", y en el cuarto y último condena al club cántabro "al abono de multa, en aplicación del apartado 3 del citado precepto" de 3.006 euros.

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Los jugadores del equipo cántabro, a quienes el club les adeuda varias nóminas, formaron abrazados en el centro del campo tras el pitido inicial y, después de que los futbolistas rivales echaran el balón fuera, le comunicaron al árbitro que no iban a jugar y esperaron al resto de la plantilla y al cuerpo técnico, mientras en el palco no estaba Lavín.

Aunque los futbolistas del Racing habían reiterado que no estaban dispuestos a jugar si Lavín no dimitía y a eso se unía las malas condiciones meteorológicas, El Sardinero registró la mejor entrada de la temporada porque la afición quería acompañar a los jugadores en este trance más que ver un partido de fútbol.

Así, durante los minutos de calentamiento fueron constantes los gritos de ánimo hacia una plantilla que lleva varios meses sin cobrar y a la que Lavín le ha venido prometiendo durante las últimas semanas que les iba a pagar, sin cumplir su palabra.

Cuando los jugadores de ambos equipos saltaron al terreno de juego el público los recibió con el grito de "¡No se juega, no se juega!", además de continuar profiriendo eslóganes contra los dirigentes racinguistas, que ni siquiera hicieron acto de presencia en el palco.

Luego la afición ovacionó a sus jugadores mientras estaban formados abrazados en el centro del campo viendo como los donostiarras se pasaban el balón hasta que lo echaron fuera de banda y se acercaron a mostrar su solidaridad a los futbolistas del Racing.

Una vez decretado el "final" de este partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey (3-1 en la ida), eliminatoria que se salda con el paso de la Real Sociedad a las semifinales, toda la plantilla del Racing y el cuerpo técnico dieron una vuelta al campo para agradecer el apoyo de la afición.

Cuando todos abandonaron el terreno de juego, la afición se mantuvo en sus localidades alternando cánticos de apoyo al Racing, con el ya habitual grito de "¡Fuera chorizos del Sardinero!".

Eso hizo que la plantilla volviera a salir al campo y se acercara hacia "la gradona" en la que se ubican los incondicionales seguidores racinguistas, para aplaudirles por su apoyo y por la lucha que han mantenido durante meses contra los actuales dirigentes del club.