El anunciado plebiscito en el estadio Santiago Bernabéu tras la derrota ante el Atlético de Madrid por 4-0 con la posterior fiesta de cumpleaños de Cristiano Ronaldo se saldó con una víctima, Iker Casillas, el más silbado de todo el conjunto blanco a lo largo del encuentro ante el Deportivo de La Coruña.

Las críticas al capitán madridista prácticamente habían desaparecido. La calma se había instalado en la portería del Real Madrid, que parecía haber olvidado aquellos encuentros de principios de temporada en el que fue el foco de algunas críticas.

El tanto de Tiago Mendes que abrió el camino de la goleada del Atlético parece haber sido el detonante de los nuevos silbidos que sufrió hoy el guardameta madridista. Se esperaban las posibles quejas del Bernabéu hacia todos los jugadores. En el Calderón, no se salvó ninguno.

Incluso otros como Cristiano y todos los que acudieron a su cumpleaños después del 4-0, tenían más posibilidades de tener una lupa encima. La fiesta posterior a la derrota no hizo mucha gracia a algunos hinchas merengues, que, sin embargo, centraron su descontento con Casillas.

No empezaron a silbarle hasta que tocó la primera pelota durante el encuentro. Se salvó en el calentamiento y cuando anunciaron las alineaciones por megafonía, en las que Carlo Ancelotti fue el más afectado por unos leves pitidos.

El resto se salvó de la quema. En cada pelota que tocó Casillas, fue pitado. No se salvó en ninguna, por lo menos durante la primera parte. Casi al final del primer acto, el sector del público que permanecía en silencio, decidió involucrarse para apoyar a su capitán.

Entonces, durante quince minutos, se escucharon pitos y aplausos en un combate para ver si ganaba el apoyo o la crítica hacía Iker. Conforme pasaron los minutos y se desarrollaban los segundos 45 minutos, los ánimos se fueron calmando y la situación se fue apaciguando para el capitán, que comenzó la segunda parte con una buena parada que evitó el 1-1 y silenció a sus críticos.

Al final, en el día de san Valentín, Casillas recibió amor y odio, más de lo segundo que de lo primero. De nuevo, está en la diana de las críticas.