Borja Vivas se encuentra en el mejor momento de su carrera. Hace unos días batió en Antequera el récord del Campeonato de España de Pista Cubierta de lanzamiento de peso con una marca de 20.66 metros, superando por sólo un centímetro al mítico «Supermán» Manolo Martínez, uno de los deportistas más destacados de la historia del atletismo español. Así, el malagueño se hizo con su séptimo título consecutivo en pista cubierta.

«La gente ya da como por hecho que tengo que ser campeón y parece que se alegran menos, pero tengo que decir que cuesta, que esto nadie lo regala. Fue una bonita experiencia, los nervios podían pasar factura, pero me calmé y disfruté de la competición en casa. Hice un buen calentamiento, pero al saber que empieza la competición las piernas te tiemblan un poco. No hice un buen primer tiro pero después puse las cosas en su sitio. A medida que avanzaba la competición mejoré, sabía que hasta el último tiro me podían alcanzar y ahí fue donde batí el récord», dice un Borja Vivas que fue felicitado inmediatamente por Manolo Martínez, con el que guarda muy buena relación y estuvo allí presente durante la prueba.

«Hablamos por la tarde, estaba allí viendo la competición. Yo creo que se pondrá contento, él es el responsable del sector de lanzamiento y los buenos resultados son buenos para él. Me llevo muy bien con él y me da como nostalgia quitarle el récord. La semana que viene lo intentaremos de nuevo en Praga, pero ya son palabras mayores», afirma.

La «Borjamanía» se ha desatado tras este nuevo título. Ayer, el malagueño fue el centro de atención en el «Ciudad de Málaga», al que acudió para seguir de cerca el entreno de los más pequeños en su día libre. Mayores, pequeños y medianos se acercaron al actual subcampeón de Europa al aire libre para felicitarle por su nuevo éxito con récord incluido. «Eres el más grande», le decían los allí presentes.

Pero tras un día descanso y relajación hoy empieza ya a preparar el Campeonato de Europa de Pista Cubierta que se disputará la próxima semana en Praga. El jueves que viene, Vivas estará de nuevo en el «ruedo» para intentar una nueva hazaña y traerse otra medalla para la Costa del Sol.

«Tengo la sensación de querer ir a más. Voy con la moral muy alta. Llevamos entrenando muchos meses para eso y ahora tengo ya ese rodaje. Esta buena marca me hace ver que llego casi en el mejor momento de mi carrera», señala el malagueño.

El problema para Borja es que la competición en pista cubierta no le agrada demasiado en ciertas ocasiones. «En ciertos momentos me agobia un poco porque coinciden muchas pruebas y nosotros somos muy grandes y te sientes a veces encerrado, aunque por otro lado tienes al público y al entrenador más cerca», apunta el atleta del Club Atletimo Málaga.

Tras su plata en Zurich el pasado verano, la vida deportiva de Borja Vivas y su reputación a escala mundial ha cambiado. De hecho ya ha habido contactos para que este año vuelva a competir en algunas pruebas de la Diamond League, cosa que al del Club Atletismo Málaga le hace especial ilusión. «Después de Praga ya tengo la Copa de Europa de lanzamiento de peso. Va el equipo completo, sólo se lanza peso. Y después, a intentar ir de nuevo a la Diamond League; y ahí empieza la bueno. Doha, Nueva York... sólo estar ahí es una gozada. Sólo los viajes te hace modificar tu planificación», comenta.

Sin embargo, la verdadera cita importante de la temporada le llegará a finales del mes de agosto con el Mundial de Atletismo que se celebrará en Pekín entre los días 22 y 30 de agosto. Gracias a la buena actuación en Antequera, el lanzador malagueño ya ha conseguido la mínima para acudir a dicho campeonato. «He conseguido la marca y eso me relaja un poco en ese sentido», apunta.

Pero lo que verdaderamente tiene entre ceja y ceja Borja son los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. En Londres 2012 no tuvo una buena actuación y tiene ganas de sacarse esa «espinita» en la cita olímpica de Brasil, que puede ser su última de este calado para él, aunque no descarta llegar a 2020. «Una vez terminemos esta temporada ya pensaremos en Río. Serán mis segundos Juegos Olímpicos y quién sabe si los últimos. Quiero quitarme la espina de Londres 2012 y entrar en la final. Que te den el diploma olímpico ya es algo muy grande», dice Vivas, que no quiere marcar todavía una fecha tope a su retirada: «No me pongo fecha límite. Los lanzadores somos más longevos, pero está claro que cada día está más cerca. Si las cosas van bien, los de Tokio son en 2020 y tendré 36 años, no es descabellado. Pero de retirarme en Río ni hablar», responde contundente el atleta del Club Atletismo Málaga.

La vida privada de Borja Vivas también cambió el verano pasado al casarse con la que ahora es su mujer. El verano no pudo ser más ajetreado para Borja, que incluso vio cómo las fechas de su luna de miel coincidían con una de las pruebas de la Diamond League a la que fue invitado tras su plata en Zurich.

«Ya llevaba un año y pico viviendo con la que ahora es mi mujer, pero que te digan que eres un hombre casado ya la cosa cambia y te sientes más mayor», comenta entre risas Vivas. No obstante, el paso a la paternidad no se lo plantea hasta después de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, cuando ya pueda tomarse la preparación de manera más relajada y tenga tiempo que dedicarle a su futuro hijo. «Eso son palabras mayores. El calendario es el que marca un poco las pautas. Los Juegos de Río pueden ser un antes y un después en mi vida personal. El año 2017 será más relajado y puede ser un buen momento para las cosas que uno tiene que hacer cuando es padre», finaliza Borja Vivas.