Un Barcelona avasallador con aires de campeón invadió el Nuevo Arcángel para firmar la sentencia hacia Segunda del Córdoba (0-8), sonrojado en su adiós a Primera por un rival agigantado al que, sin embargo, resiste el Real Madrid, que asaltó el fortín del Sánchez Pizjuán y ganó al Sevilla (2-3).

A falta de tres jornadas del cierre del curso la vida sigue igual en las alturas. En la pelea por el campeonato. Ni Barcelona ni Real Madrid tienen margen de error. Un leve tropiezo azulgrana le puede hacer perder la cima. Un traspié blanco generaría su despedida del título.

En vísperas europeas ninguno resguardó un ápice para las semifinales de Liga de Campeones. Mientras sus rivales, Bayern y Juventus, han cerrado la conquista de sus títulos caseros en Alemania e Italia, Barcelona y Real Madrid dejan hasta la última gota de esfuerzo cada jornada. No hay tregua.

El cuadro de Luis Enrique infligió una goleada de escándalo en El Arcángel al Córdoba y le mandó a Segunda División con un 0-8 fraguado en la segunda parte, después de dos goles en el tramo final de la primera.

El equipo andaluz mantuvo el tipo mientras pudo. Sostenido por su portero Juan Carlos y la falta de acierto azulgrana. El colista se desenganchó en el tramo final del primer tiempo. El croata Ivan Rakitic acabó con la resistencia cordobesa y el uruguayo Luis Suárez dio tranquilidad en el descuento al marcar el segundo.

Después, el Córdoba bajó los brazos y el Barcelona dominó a placer. Luis Suárez firmó su primer hat trick en España. Messi marcó dos y Gerard Piqué y Neymar, de penalti, completaron la segunda mayor goleada del curso tras la conseguida por el Real Madrid ante el Granada.

Con toda la presión afrontó el Real Madrid su visita a Sevilla. Tres goles de Cristiano Ronaldo (2-3) con los que rompió una racha en la que había perdido su olfato realizador, mantienen vivo al equipo blanco en la lucha por el título, aunque tuvo que sufrir de principio a fin ante un Sevilla que vendió carísima su primera derrota tras 34 partidos invicto en el Pizjuán.

Los madridistas cumplieron con el objetivo, pero como se preveía tuvieron que luchar al máximo para doblegar a un Sevilla que atraviesa por su mejor momento de la campaña en la busca de la cuarta plaza del campeonato y con unas semifinales de la Liga Europa a la vista.

Ronaldo aprovechó la inferioridad numérica de su rival, que intentaba recuperar en la banda al dañado Gregory Krychowiak para marcar dos goles en dos minutos. Aunque un absurdo penalti cometido por Sergio Ramos en la prolongación del primer tiempo y transformado por el colombiano Carlos Bacca complicó el panorama al equipo de Carlo Ancelotti.

Cristiano aplacó el ímpetu sevillano en la segunda parte al marcar el tercero, pero Vicente Iborra, tras otra gran jugada de Aleix Vidal, dio emoción al choque hasta el final gracias a un Sevilla que no se rindió y que buscó con ganas el empate.

El tropiezo hispalense aplaca su acoso a la tercera plaza del Atlético Madrid. El campeón se despidió matemáticamente del título en una jornada en la que no pudo con el Athletic, que salió indemne del Vicente Calderón (0-0).

Un empate sin goles dejó en un solo punto los sobrados méritos, la ambición y las ocasiones del Atlético de Madrid frente al Athletic, con tres tantos anulados por fuera de juego -dos de ellos de forma incorrecta- al conjunto madrileño, muy superior en el segundo tiempo, pero sin el premio de un triunfo que buscó en todo momento (0-0).

No lo encontró en los 90 minutos, con una parada decisiva de Iago Herrerín en el tramo final, y cedió dos puntos en la carrera por la tercera posición, aunque sigue ahí inamovible una jornada más, ante un adversario competitivo, que también tuvo alguna opción y que resistió el ímpetu del Atlético durante una potente segunda parte.

Mientras tanto, el domingo, el Valencia doblegó al Eibar (3-1) y retomó su presión sobre el tercer puesto del Atlético, dos puntos más cerca, a cuatro.

El argentino Nicolás Otamendi hizo el primero de los locales y, en cuanto su adversario dio algún mínimo síntoma de reacción en el inicio de la segunda parte, el Valencia golpeó ya de forma definitiva con el 2-0 por medio de Dani Parejo, con un disparo desde el borde del área; su duodécimo gol en este curso de Liga, una cuota sensacional para el centrocampista, que también provocó el 3-0.

Un preciso lanzamiento suyo de falta, ya en el minuto 71, terminó en un rechace, en el gol de Paco Alcácer, en la sentencia para el triunfo del Valencia, que sólo ha perdido uno de sus últimos catorce choques de Liga (el 2-0 contra el Barcelona en el Camp Nou), y en la derrota de un apurado Eibar, a un solo punto de la zona de descenso y que maquilló el marcador final con el 3-1 de Mikel Arruabarrena.

El sábado, el Deportivo, que acumuló más méritos no pasó del empate en Riazor ante el Villarreal, que sigue anclado en tierra de nadie. El empate reafirmó la mala trayectoria de ambos. El cuadro gallego acumula ya trece partidos sin ganar y sigue antepenúltimo. En puesto de descenso. El Villarreal no gana desde el 8 de marzo, al Celta. Son ya nueve jornadas sin sumar los tres puntos.

El choque se resolvió en dos minutos. Jaume Costa adelantó al Villarreal en el 48. En el 50, el costarricense Celso Borges evitó la derrota gallega, que cierra la sesión con el agua al cuello.

El fútbol sin freno contempló el arranque de la jornada, la trigésima quinta, el viernes, cuando la Real Sociedad certificó matemáticamente la permanencia en Primera, tras doblegar por 3-0 a un Levante al que le abandonó su buena fortuna en Anoeta, en un partido en el que los locales marcaron de falta directa, por primera vez después de cinco años, por medio de Carlos Vela (3-0).

Al tanto del mexicano se sumaron los del islandés Finnbogason y el de Markel Bergara que sellar un triunfo que da sosiego al conjunto donostiarra.

El domingo, el Granada se reanimó con un triunfo indispensable en Getafe (1-2) en el estreno en su banquillo de José Ramón Sandoval.

Desde dos goles del delantero franco-marroquí Youseff El Arabi, el 0-1 de penalti y el definitivo 1-2 de cabeza a un fenomenal centro de Piti por potencia, precisión y dirección, construyó el conjunto andaluz su quinta victoria de la temporada y la primera después de ocho duelos. "Si se ganan los tres partidos, el equipo se salva", avanzó el técnico, aún a tres puntos de la permanencia.

Ahí mantiene cierta calma el Getafe, cuyo gol de este domingo lo marcó Pedro León con una jugada individual, aunque aún sin la salvación certificada. Tiene seis puntos de renta con nueve por jugarse después de encadenar cuatro derrotas con 13 goles en contra.

El Elche asegura la permanencia

El Elche, mientras, ya tiene la permanencia asegurada desde este domingo con una victoria por 1-2 ante el Málaga en La Rosaleda, donde mandó en el marcador desde el minuto 29 con un gol del brasileño Jonathas, que encarriló la continuidad del conjunto ilicitano en Primera División por una temporada más.

Venció con polémica por un gol anulado por una muy dudosa falta en el salto de Nordin Amrabat a Przemyslaw Tyton y sufrió mucho para ganar, más aún en inferioridad numérica por el penalti y la expulsión de su guardameta. El lanzamiento de Duda se estrelló contra el poste en el minuto 75, el croata Mario Pasalic hizo el 0-2 y Javi Guerra le puso mucha emoción al tiempo añadido con el 1-2.

Fue un paso atrás para el Málaga, que mantiene el pulso, aunque ya por detrás del Athletic, por la séptima posición, otra vía para ir a Europa dependiendo de si el Barcelona es campeón de la Copa del Rey y de la que se alejan tanto el Espanyol como el Rayo con un empate aparentemente insuficiente para unirse a esa pelea (1-1).

El argentino Emiliano Insúa, en una combinación con Alberto Bueno, abrió el marcador para el equipo madrileño antes de la media hora, pero el defensa mexicano Héctor Moreno igualó en el tramo final, en el minuto 79, con un centro-chut desde la banda derecha que se complicó para el portero Toño al no haber rematador final.

Antes, el ecuatoriano Felipe Caicedo, delantero del Espanyol, abandonó el campo al inicio de la segunda parte por un traumatismo craneal. Fue trasladado después a un hospital de Barcelona, en el que permaneció dos horas en observación, fue sometido a pruebas con resultado normal y posteriormente recibió el alta médica.