El San Pedro festejó ayer su clasificación para la finalísima de la fase de ascenso a Segunda B, después de empatar a cero en Abegondo y hacer valer su triunfo en casa ante el filial del Deportivo. Al no haber cerrado la campaña en el primer puesto de la tabla de Tercera División, tres eliminatorias le separaban de la categoría de bronce del fútbol español. Ya ha superado las dos primeras, por lo que esta tarde estará en el «bombo definitivo» hacia el ascenso.

La escuadra sampedreña celebró a lo grande un billete hacia una final que podría acarrearle su segundo ascenso histórico a Segunda B. Ayer supo sufrir. Había mucho en juego y una y otra escuadra optó por lo mismo: controlar el esférico y arriesgar lo precios. No obstante, en los primeros compases ya tuvo una primera ocasión el Deportivo B. Fue la mejor. Remeseiro centró e Iglesias estrelló el balón en el larguero.

No se había cumplido todavía el primer cuarto de hora y también se acercó el cuadro visitante a las inmediaciones del área local. Esta vez fue Oli, que ya se encargó de eliminar al Deportivo B hace dos temporadas, pero en las filas de El Palo, el que estuvo a punto de rematar entre los tres palos. La siguiente oportunidad de gol fue para el exmalaguista Juanfri. Pero el cabezazo del ariete fue interceptado por el meta David.

Un disparo lejano del portugués Cardoso fue la respuesta deportivista, después de media hora de juego bastante aburrido. Y ya apenas quedó tiempo para el tiempo de descanso.

Tras la reanudación tuvo el visitante Pedro la mejor ocasión. Ni en un primer intento, asistido por Juanfri, ni tras un mal saque de David, logró establecer un tanto que casi hubiese dictado sentencia.

El cuadro malagueño encaró la recta final con la templanza de un equipo con las ideas muy claras. El filial gallego no encontraba puntos débiles y Manu Mosquera, en estas circunstancias, retiró a Cardoso. El San Pedro encontró así una nueva llegada de peligro, por medio de Olmo.

Parecía que la eliminatoria estaba ya resuelta. Pero en la prolongación Queijeiro puso en apuros a Javi Muñoz. Su centro se fue envenenando y el guardameta tuvo que poner la mano para impedir que se llegara a la prórroga.