La UD San Pedro ya se encuentra en las Baleares, donde hoy a partir de las 18 horas tiene una cita con la historia y con el destino: el ascenso a Segunda División B 20 años después del último que cosechó el conjunto costasoleño.

Es el partido de sus vidas para el cuadro malagueño, al que solo le vale ganar tras el 0-1 que cosechó el Llosetense en el partido de ida disputado en el Municipal de San Pedro. Una misión difícil pero no imposible que está en manos de un grupo de jugadores que solo piensan en saborear la gloria.

«La derrota en el partido de ida fue un palo, pero ya está superada. Hemos entrenado muy fuerte durante toda la semana y estamos con mucha ilusión y ganas de lograr el ascenso», asegura Adrián Cervera, entrenador del equipo y pieza clave para que los rojinegros estén en disposición de subir a la categoría de bronce del fútbol español.

Saben que no lo tendrán nada fácil en casa del Llosetense, un rival muy peligroso como ya demostró en la ida y que en su casa lo es aún más. «Es un equipo muy difícil, sabe muy bien a lo que juega y en su campo han demostrado que son muy fuertes», avisa Cervera.

Aún así, lo que parece una virtud en el conjunto balear también se puede convertir en un arma de doble filo, ya que para el San Pedro toda la presión está encima del Llosetense que debe defender ante su gente la renta conseguida en la ida.

«Queremos jugar con eso. Entendemos que ellos van a tener presión por jugar en casa y esperemos que algunos nervios tengan. Es un campo muy pequeño, en el que cualquier mínimo fallo te puede condenar y tenemos que estar muy atentos a eso para tener nuestra oportunidad de ganar», dice el técnico, que tiene a toda su plantilla al cien por cien salvo al delantero Juanfri, que será duda hasta el final por un problema de tobillo. «Vamos todos en forma salvo Juanfri, que tiene un golpe en el tobillo y hasta el final no sabrá si podrá jugar».

Lo de hoy en Lloseta es una final y como tal ya saltaron chispas en el partido de ida, donde el «Cacique» Bezares utilizó su veteranía como arma contra el rival, sin llegar la sangre al río. «Con Bezares no pasó nada, utilizan la veteranía para intentar incidir en mi juego, aunque al final le dije que casi tenía la misma edad que él, y que por tanto miedo no me daba», comenta en la previa el jugador del Llosetense Sergi Rojals, con el que hoy volverá a verse las caras el San Pedro. «Hubo palabras duras, pero a los dos minutos todo cambió y estuvimos conversando bien el resto del partido. Además, es un placer jugar contra futbolistas que se nota que vienen de superior categoría y en ambientes como el que vivimos en San Pedro de Alcántara», reconoció el futbolista del Llosetense.

Un ambiente que esperan emular hoy en Lloseta para complicarle la vida aún más al San Pedro en su afán por subir y acompañar así al Marbella como los dos únicos representantes malagueños en el Grupo IV de la Segunda División B tras el descenso del CD El Palo.

San Pedro, ¡sí se puede!