Tráfico cortado, menos sitios para aparcar que nunca en el centro de la ciudad, cambios en las líneas de los autobuses... pero todo por una buena causa: la llegada de la Vuelta Ciclista a España a Málaga. Un acontecimiento que paralizó la capital costasoleña a partir de primera hora de la tarde hasta un buen rato después de que Peter Sagan y compañía cruzaron la meta de la tercera etapa de la gran ronda española.

Más de dos horas antes de la hora prevista para la finalización oficial de la etapa, la caravana publicitaria llegó a la zona de meta con nada menos que 39 camiones de los patrocinadores, que se encargaron de desarrollar distintas actividades y hacer regalos al público asistente, amenizando la espera mientras los esforzados de la ruta encaraban la llegada a la capital desde la zona de la Axarquía.

Muchas banderas de España jalonaron el recorrido de la etapa hasta llegar a las calles de Málaga, atestadas de público en los arcenes para aplaudir a los corredores, que a una velocidad espectacular entraron por la zona de Ciudad Jardín camino del Centro.

En la meta, una auténtica muchedumbre aguantó el calor como pudo y disfrutó con los regalos de las distintas marcas comerciales que participan en este 2015 en la caravana publicitaria.

Los más ilusionados, como siempre, los «peques», cargados de gorras, aplaudidores, pins y demás merchandising de publicidad y con los ojos como platos ante el colorido que siempre acompaña a la Vuelta.

Tras la llegada de los corredores, todavía hubo tiempo para visitar la zona anexa del podio e intentar lo que era ayer casi un imposible: buscar el autógrafo de Alejandro Valverde, de «Purito» Rodríguez, de Nairo Quintana o de Chris Froome, quizás los cuatro ciclistas más buscados por los niños malagueños.

Prácticamente con la misma velocidad que llegaron, los corredores y sus directores abandonaron la línea de meta camino de sus respectivos hoteles. Y es que mañana la etapa sale de Estepona.