No pareció ayer la segunda jornada de competición liguera después de ver los 60 minutos plenos de intensidad que disputaron Clínicas Rincón Málaga y Prosetecnisa Zuazo. Un encuentro de garra, de los que hay que sufrir, y donde el equipo vasco supo aprovechar mejor sus opciones para llevarse la victoria.

Diego Carrasco lleva todo el verano haciendo hincapié en la necesidad de crecer en defensa y su equipo lo llevó a cabo durante el inicio del encuentro. En los primeros veinte minutos la defensa local tuvo mucha actividad, impidiendo la aparición de las jugadoras de la primera línea de Zuazo, y robando para anotar con facilidad (11-7).

Precisamente dos exclusiones consecutivas de Jenni y Bea Puertas cambiaron el ritmo de la defensa local, que comenzó a encajar goles y perder confianza, dándose la vuelta al electrónico al llegar al descanso (14-16).

Las malas sensaciones continuaron al comenzar la segunda parte, que se inició con un parcial de 1-5 para las visitantes, que les puso con 6 goles de renta (15-21).

Hubo reacción del Clínicas Rincón Málaga, que llegó a colocarse a dos goles cuando la defensa y la portería empezaron a funcionar de nuevo, lo que les permitió un juego más rápido en transición. Y Zuazo llegó a quedarse con cuatro jugadoras de pista por dos exclusiones, siendo una de ellas la tercera, y por tanto expulsión, de Ainhoa Hernández.

Ante las dificultades, las jugadoras de mayor peso del conjunto vasco dieron un paso adelante. Paradas claves de Mercedes Castellanos y lanzamientos de Laura Steinbach, autora de nueve goles, cortaron la reacción de las malagueñas, con Jennifer Gutiérrez, que marcó 12 tantos, y Estefanía Méndez intentando empujar. Tuvo sus opciones el conjunto local en los últimos minutos, con un contragolpe errado que pudo ponerle a un solo gol, pero al final la victoria voló hacia Barakaldo, por 30-33.