El Marbella FC de Loren se quedó ayer a las puertas de superar los registros históricos en un arranque liguero, cosechados por Muñiz. Encajó en Almería su primera derrota de la temporada, en un partido en el que se marchó ganando al descanso. Pero después remontaron los locales y al final, no obstante, el cuadro costasoleño mereció empatar. Fue un choque plagado de alternativas.

Aunque el Marbella haya encajado su primera derrota, lo que nadie puede negar es que Loren ha escrito ya una página en la historia del club representativo de su ciudad en la categoría de bronce. Llegó a finales de la pasada campaña, encadenó hasta ocho encuentros sin perder para atar la permanencia, y se ha mantenido invicto en las siete primeras jornadas de esta nueva temporada.

En cuanto a lo ocurrido en la matinal de ayer domingo en el estadio de los Juegos del Mediterráneo, la escuadra marbellí cuajó un excelente primer tiempo, controlando el juego y no permitiendo alegrías al Almería B. Sin embargo, tras la reanudación, el gol rápido de los locales hizo daño y, aún más, los dos contragolpes que supusieron el momentáneo resultado de 3-1.

En los instantes finales, el Marbella acortó distancias, por medio de Rubén Durán, que había entrado al cumplirse la primera hora de juego. Intentó evitar la derrota, porque había algo de tiempo, pero de ninguna manera pudo alcanzar el ansiado empate. Fin a la racha y ahora a pensar en otros retos.

Para analizar lo que ocurrió en este duelo entre equipos que ya se conocen perfectamente -a los almerienses los adiestra una campaña más el malagueño Miguel Rivera-, hay que tomar la perspectiva de una primera parte de claro dominio marbellí, con muchas llegadas peligrosas. El conjunto de Loren mandaba sobre el campo, bien dirigido por Sergio Narváez, y en defensa asfixiaba constantemente la salida del filial almeriense.

El primer acercamiento peligroso llegó a los siete minutos, con un balón que peleó Gerrit a la espalda de la defensa. Pero se quedó sin ángulo y su disparo lo tapó bien Gianfranco. Pese a que después no hubo ocasiones claras, la sensación de peligro era constante y de eso tomaron buena nota los locales.

El Almería B únicamente lo intentó con dos disparos lejanos de su mejor jugador, Hicham. El primero lo sacó bien Quique Cebriá y el segundo se marchó fuera. Corría el minuto 37 y una de esas llegadas peligrosas, por parte de los visitantes, se convirtió en gol.

Fue a raíz de un centro desde la izquierda de Álex Herrera, que cabeceó en el punto de penalti Zelu para hacer el 0-1 con el que se llegó al descanso.

En la segunda parte, el partido cambió de manera radical, una vez que a los dos minutos consiguiera el empate el mencionado Hicham. Fue al recoger un balón en el área y sacar un potente disparo. Cebriá tocó el balón, pero no pudo evitar que entrara en la portería.

El Almería B había salido con más intensidad y se vio reforzado con este gol. De hecho, le dio alas para empezar a desplegar lo que mejor sabe, el contragolpe. Cada pérdida de balón del Marbella era una ocasión de gol.

La remontada almeriense

Rubén avisó por dos veces, hasta que en el minuto 63 hizo el 2-1: al culminar un contragolpe letal tras un saque de esquina a favor de los costasoleños. El choque estaba muy cuesta arriba en estos momentos para el Marbella. El Almería B, al contrario, estaba desmelenado. En el minuto 76, en otro contragolpe, llegó el tercero por mediación de Hicham.

Pero el conjunto blanquillo reaccionó en los últimos instantes. A dos minutos para el final, Rubén Durán consiguió acortar distancias al recoger desde la frontal del área un rechace tras un saque de esquina. Aunque quedaba muy poco tiempo, el equipo malagueño lo intentó. Tuvo ocasiones, pero ninguna pudo servir para empatar.