La intentona forma ya parte del pasado, consumida por una cancelación sonrojante que deja en mal lugar al mundo del pádel profesional. Finalmente, el Campeonato del Mundo de Pádel Open por Parejas que se iba a celebrar en Málaga entre el 9 y el 15 de noviembre es ya historia. Y todo ello porque los movimientos y las negociaciones llevadas a cabo por parte de la Federación Internacional de Pádel (FIP) como última intentona por rescatar el evento han caído en saco roto.

La noticia era casi una realidad desde hace unas semanas, cuando la empresa organizadora del Mundial canceló el torneo por falta de acuerdo con los jugadores. La empresa Madison, perteneciente a Pádel Pro Tour, no pudo llegar a un acuerdo con algunas de las parejas masculinas más reconocidas ya que la oferta económica estaba muy por debajo de las ofrecidas en cualquier torneo del circuito. Además, el agravio comparativo con las féminas también provocó desavenencias que finalmente condujeron a la retirada de sus inscripciones, pese a que en un principio sí estaban apuntadas por un montante económico muy inferior al cuadro masculino. Pero el fondo de todo eran las formas, no el dinero. Una ruptura que tiene ya mucho recorrido y que viene de lejos.

La FIP, sin embargo, entró de oficio. Y aunque tarde, intentó rescatar el torneo que tenía como sedes en Málaga a La Reserva del Higuerón, La Capellanía y el Martín Carpena. Herida en su orgullo, la máxima representación mundial del pádel movió sus hilos e intentó reconducir la situación. Se reunió con los jugadores, que la semana pasada disputaron el lujoso Dubai Pádel Máster, pero la respuesta volvió a ser negativa. La FIP, finalmente, lanzó hace unos días un comunicado anunciando la cancelación definitiva del torneo. Un hecho sonrojante que perjudica a Málaga, a los aficionados del pádel y a la imagen de este deporte emergente, que se queda este año sin su Mundial.

El comunicado rezaba de la siguiente manera. «A pesar de las intensas tratativas y gestiones llevadas a cargo por la Junta Directiva de la FIP (...) decidimos no continuar con la organización del evento, las mismas han sido infructuosas y no se ha podido alcanzar un acuerdo para garantizar la realización del Open Mundial en Málaga desde el 9 al 15 de noviembre», apuntaba en primera instancia.

«La Federación Internacional de Pádel quiere dejar muy en claro al mundo del pádel en general, que en este hecho sin precedentes, ha sido perjudicada en una decisión que no compartimos en lo más mínimo, que hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance por revertir, y que seguiremos con el compromiso aún más firme en apoyo al desarrollo del pádel en el mundo, a los atletas sin distinciones, y a las Federaciones Nacionales», continuaba el comunicado.

Tal y como se apuntó días atrás, la FIP había conseguido reunir a 130 parejas para disputar el Mundial en Málaga, pero muchas de ellas no son profesionales. Aún así, la FIP celebrará un «encuentro amistoso» para todas las parejas que ya tenían cerrado su desplazamiento y su participación en el Mundial. La Capellanía acogerá sesiones de entrenamiento, clínics, partidos entre los participantes y torneos diarios, no oficiales. Un pequeño caramelo alejado del tremendo pastel que suponía la disputa del Mundial en tierras malagueñas.