Adrián Miramar recibió ayer el apoyo de medio centenar de personas, entre deportistas, familiares, entrenadores y directivos del Real Club Mediterráneo, a su llegada a Málaga tras proclamarse campeón del Mundo de Remo de Mar en Lima (Perú).

Con Miramón viajaron su compañero de equipo, Adolfo Ferrer, tercer clasificado en el Mundial y el entrenador Manuel Rodríguez, que les acompañó durante este campeonato.

Tras el triunfo de Adrián Miramón, el Real Club Mediterráneo sumó a su palmarés su duodécimo título Mundial en sus 142 años de historia.

«El campeonato fue muy bien. Gané mi eliminatoria y para la final hablamos de hacer una salida fuerte, para intentar colocarme primero y así fue desde el principio. Se unió un sueco y estuvimos juntos toda la regata y los otros iban a más distancias. Me encontré muy bien y muy fuerte durante toda la regata y estoy muy contento», apuntó el remero malagueño, feliz con el triunfo.