Herbalife Gran Canaria y Madrid serán los protagonistas de la final de la 80 edición de la Copa, en una final inesperada porque los canarios debutan en estas lides, mientras que los madridistas tendrán la opción de intentar revalidar el título que ya consiguieron en las dos ediciones pasadas. Además, buscan seguir con su plena en A Coruña, donde ya ganaron en 1972, 1989 y 1993 con protagonistas tan ilustres como Emiliano, Luyk, Petrovic o Sabonis.

Los pío-pío se han saltado la lógica en dos ocasiones, o al menos en una y media. Se la saltaron al vencer al Valencia en cuartos de final remontando un partido increíble que acabó con una brillante victoria y también lo hicieron ayer el Bilbao, aunque hay que decir que los canarios partían como ligeros favoritos, por mucho que su entrenador, Aíto García Reneses, intentara afirmar lo contrario.

Otra cosa es que después de ir perdiendo hasta por 19 puntos en la semifinal, supieran de nuevo remontar y acabar venciendo un partido que supone un nuevo hito para el club canario.

Llegar de novato a una final siempre es un arma de doble filo, porque el cansancio puede pasar factura a un equipo poco acostumbrado a estos esfuerzos y a estas presiones. Y porque puede circular como la pólvora la sensación de que ya han ganado su copa con la clasificación, lo cual es cierto.

El Madrid es, por el contrario, un clásico, es el que más copas tiene, 25, y aspira a tripitir si gana. Es el favorito y seguro que no caerá en la complacencia de sentirse superior. Los canarios competirán, ya han demostrado que pueden, y Aíto es un maestro en estas lides. Eso sí, parece claro para muchos que la final anticipada era contra el Baskonia. Pero ahora tendrá que ganar al Granca.