Esta próxima madrugada, a partir de las 2:50 (hora española), el malagueño Borja Vivas comenzará su participación en la competición de lanzamiento de peso del Campeonato del Mundo bajo techo que se celebra desde este viernes en Portland (EEUU), y en el que Vivas se probará con los mejores antes del gran reto de este 2016, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El malagueño, subcampeón de Europa al aire libre, llega con una espinita clavada. Hace un par de semanas, Borja, que había ganado todos los campeonatos de España desde 2009 hasta 2015, sin interrupción, tuvo que ceder su corona en pista cubierta al cántabro Carlos Tobalina. Borja, tras un magistral lanzamiento de 20,72 metros el pasado 22 de enero en un test en Carranque, sólo pudo llegar en el Nacional a 20,19 metros. Con el registro de enero marcó un punto de inflexión, ya que se garantizó tanto la presencia para el Campeonato del Mundo como para los Juegos Olímpicos, ambos con una marca mínima de 20,50 metros.

Recuperado ya de la lesión de espalda que le maltrató la pasada temporada, el malagueño quiere quitarse la espina y esta madrugada tendrá una magnífica oportunidad para hacerlo. Será, eso sí, un Mundial realmente extraño y novedoso, ya que este viernes de madrugada se celebra al completo el lanzamiento de peso. A partir de las 2:50 horas, por Teledeporte, arranca la competición que reúne a 19 participantes, entre ellos Vivas y Tobalina, y que dirimirá ya al campeón.

Los 19 lanzadores tendrán únicamente tres tiros para mostrar sus credenciales. Después de esos tres lanzamientos, sólo los ocho mejores clasificados tendrán la oportunidad de lanzar la bola dos ocasiones más. De esta forma, la competición trata de penalizar a todos los atletas que arranquen el concurso fríos. No habrá segundas oportunidades. Sólo tres tiros. Y los ocho mejores tendrán dos opciones más. Una vez que la competición se reduzca con sólo ocho hombres en el círculo, y tras esos dos lanzamientos, habrá una nueva y última criba. Los cuatro mejores del concurso tendrán un último tiro, sólo uno más. Y cuando los cuatro mejores acaben finalizará el concurso de lanzamiento de peso. «Los americanos quieren darle una vuelta de tuerca más al concurso, a ver qué pasa», relataba anoche desde Portland el propio Borja Vivas a La Opinión.

El costasoleño parte con la décima mejor marca esta temporada de los 19 competidores en el Mundial de Portland. Su plusmarca personal es de 21,07 metros y este año lanzó en el test de Carranque 20,72 metros. El gran objetivo será, por lo tanto, tratar de sacar partido a esos tres primeros lanzamientos y poder entrar en la primera criba del Mundial, con los ocho mejores. No será nada fácil, ya que la elite del lanzamiento de peso está reunida en la ciudad americana. El estadounidense Kurt Roberts parte como el gran favorito (21,57), por delante del polaco Michal Haratyk (21,35), el canadiense Tim Nedow (21,33), el checo Tomas Stanek (21.30) o el neozelandés Tomas Walsh (21.62).

Ahora Borja no tiene nada que perder. Ha dejado atrás los años en los que iba a este tipo de competiciones a aprender. Desde que se colgó la medalla de plata hace dos veranos, a Vivas se le exige mucho más. Se le han abierto las puertas de los grandes meetings, donde se reparte algo de dinero y en los que el malagueño ya comienza a ser un habitual. Ahora se trata de refrendar que está instalado en la elite del peso mundial, y para eso tendrá que lanzar con solvencia y volver a acercarse a los 21 metros, donde estarán las dos cribas de este Mundial y la lucha por el podio. El malagueño se siente con fuerzas y quiere demostrarlo. Será esta misma madrugada, a partir de las 2.50 horas, en Portland.