Un jugador del conjunto filial del Alhaurín de la Torre, Samuel G. P., de 24 años de edad, resultó este domingo por la noche apuñalado tras la conclusión del encuentro que su equipo perdió en el estadio Nuevo San Ignacio de El Palo. La escuadra local, el también filial del cuadro paleño de Tercera División, venció por 1-0 este partido aplazado y le arrebató así el liderato al conjunto rival.

Esta noche, la Subdelegación del Gobierno en Málaga ha informado que la policía está investigando a dos jugadores de El Palo como presuntos autores del apuñalamiento de Samuel G.P. Además, fuentes de la investigación han confirmado a este diario, a las 23.45 horas, que no se ha producido ninguna detención esta tarde.

El futbolista , después de que ayer fuera intervenido de urgencia, ya que una de las heridas le dañaba el corazón y se encontraba en un estado crítico, según explicaron fuentes del club de Alhaurín de la Torre.

Samuel está ya consciente, "con ganas de salir" del hospital y ya ha hablado con su entrenador y en las próximas horas recibirá la visita de sus padres.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía se han hecho cargo de la correspondiente investigación y, por el momento, no hay detenidos, han apuntado fuentes policiales.

El duelo en el grupo segundo de Tercera Andaluza había concluido sin incidente alguno, «ni dentro ni fuera del terreno de juego», cuando el reloj se acercaba a marcar las diez de la noche. Pero según indicaron ayer a este periódico fuentes de uno y otro club, un grupo de seguidores locales que aún celebraban la victoria saltaron al césped y se dirigieron directamente hacia «el número cuatro».

En un primer momento «lo cogieron por el cuello» e intentaron «ahogarlo o poder cortarle la respiración». Ahí empezaron a verse los rostros de pánico entre futbolistas de uno y otro equipo. «Como es un jugador corpulento -señaló un futbolista visitante-, no tuvieron bastante y lo hirieron con una navaja, a matarlo». Según fuentes policiales, el autor del apuñalamiento está identificado pero no detenido.

«En Carlos Haya le han encontrado dos heridas, una junto al corazón y otra en el esternón. Es lo que nunca imaginas ver en un estadio de fútbol. Esperemos que se tomen las medidas oportunas, se cierre el campo y paguen los que han hecho esto», relataba a La Opinión de Málaga uno de los dirigentes del Alhaurín de la Torre CF.

Otro testigo de esta brutal agresión, en este caso del Centro de Deportes El Palo, agregaba que en el intento de separar a unos y a otro también resultó herido uno de los asistentes del entrenador del equipo local. «En este caso, la herida ha sido en una pierna y como la navaja no era muy grande está fuera de peligro. Vaya noche que hemos pasado. Este Domingo de Ramos no lo voy a olvidar mientras viva», señalaba aún conmocionado por lo que habían visto sus ojos sobre el terreno del Nuevo San Ignacio.

Más graves eran las palabras de uno de los técnicos del equipo visitante: «Es aberrante que un chaval que va a practicar su deporte favorito se tenga que jugar la vida de esta manera. Es algo patético. Ojalá que Samuel salga adelante y no volvamos a ver esto en un partido», indicaba. «Los padres están con él en urgencias y los están tratando también, como consecuencia del ataque de nervios que han sufrido nada más llegar al hospital», matizaba el mismo testigo.

El Alhaurín de la Torre B era líder en el grupo segundo de Tercera Andaluza. En la primera vuelta, los paleños ya se habían impuesto a domicilio. A la espera de que se jugara este duelo aplazado y con un punto de diferencia entre una y otra escuadra, el filial de El Palo tenía en sus manos adelantar a los visitantes en la clasificación. Terminaron los 90 minutos y, después de una noche sin altercados, hasta el colegiado pudo ver cómo un jugador terminaba apuñalado.