El Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón rozó la machada en el primer encuentro de la serie de semifinales del play off de ascenso a la LEB Oro ante el Ávila. Los de Aurioles pagaron muy caro dos apagones ofensivos, uno en el segundo período y uno más pronunciado en el tercero, y salieron derrotados del CUM Carlos Sastre (65-64). Ni los 13 puntos de Romaric ni los 17 de Uta fueron suficientes para «robar» el factor pista a los locales.

Los malagueños han llegado al momento más importante de la temporada en un punto de cocción idóneo. El equipo está muy solvente en defensa, tónica habitual durante la temporada, a lo que ha añadido un buen nivel en ataque. Esto se encargó de demostrarlo en los primeros minutos sobre el parqué, donde solo hubo un color. Los jóvenes costasoleños jugaban a su antojo ante un Ávila inoperante (3-12). No le salía nada a los de David Mangas. Para más inri, Álvaro Lobo, su timón, cometía su tercera falta. El único lunar para los de Aurioles fue la falta de colmillo para incrementar más la renta. Como era de esperar, el Ávila mejoró. Mbamalu se echó el equipo a las espaldas y con 8 puntos consiguió frenar la sangría (13-18).

El transcurso de los minutos dejó un encuentro más trabado, como intuían ambos entrenadores. Ello favoreció claramente al Ávila que tenía bajada la persiana en la zona ofensiva. Un 11/33 en tiros de campo era su pobre carta en ataque. El encuentro entró en un carrusel de errores que permitió a los locales llegar vivos, sin merecerlo en exceso, al descanso (30-31).

El paso por vestuarios dejó a un Ávila con más poso. El equipo de Mangas experimentó una mejoría significativa. Mbamalu, un constante dolor de cabeza para la defensa axárquica, dio la primera ventaja del choque para los de casa (38-35). Aunque el Clínicas mejoró con un parcial de 0-7 a favor, el «chaparrón» vendría a continuación. Con un excelso movimiento de balón los abulenses comenzaron a encontrar a sus tiradores. Lobo dinamitó el choque con su acierto (51-42).

La dinámica cambió mucho en el último cuarto. Antes, el Ávila puso la máxima del encuentro con una canasta de Sebirumbi al poste (59-48) y encendió las alarmas en los malagueños (59-48). Reaccionó bien el conjunto de Aurioles, que recuperó su seña de identidad, la solidez en defensa. De esa fortaleza construyó el parcial de 5-16 que volvió a poner las tablas (64-64). Con cuatro segundos por jugar, Romaric pisó la línea y ello fue decisivo para que el primer encuentro de la eliminatoria se quedase en Ávila (65-64). Mañana, domingo, a las 20.00 horas, una nueva batalla para el Instituto de Fertilidad.