El Marbella FC hizo este domingo historia al sumar su quinto triunfo consecutivo en un arranque liguero de ensueño. Sólo otros dos equipos en la «historia moderna» del grupo IV de Segunda B, Cartagena y Conquense, comenzaron la temporada con seis victorias. A una se queda el conjunto costasoleño. El Ejido 2012, aunque tuvo más de una hora para intentar equilibrar el tanto del serbio Despotovic, regresó a tierras almerienses sin premio alguno.

La primera mitad fue de claro dominio local. Diego Peláez, desde fuera del área, y Andrés Sánchez, con un centro que buscaba el remate de Goti, condujeron las primeras ocasiones de peligro para el conjunto visitante. La presión era casi asfixiante. En el minuto 19, otro lanzamiento de Kike Márquez fue culminado a placer por Carlos Julio. No obstante, el balón acabó por encima del travesaño.

El único gol del encuentro llegó en acción ensayada. Fue con un saque esquina que se encargó de ejecutar el propio Kike Márquez. Nadie remató el esférico en el primer palo, pero llegó suelto hasta el segundo palo. Allí estaba Despotovic, que de ser goleador de los últimos minutos pasaba a agradecer su titularidad con un certero remate.

El serbio estuvo a punto de ampliar la renta marbellí sólo 11 minutos más tarde, a raíz de otra acción a balón parada. Fue en esta ocasión tras una falta lateral. Su cabezazo sin oposición acabó fuera. La peor noticia se produjo instantes más tarde, porque al caer resultó lesionado -tocado en un hombro- y tendría que ser sustituido, por Chaco, antes del descanso.

Tras la reanudación el encuentro empezó a perder intensidad hasta resultar insulso. El Marbella no encontraba apenas oposición a su dominio. Sólo restaba la incógnita que generaba tan corto resultado. Pero lo cierto es que El Ejido, con algunas bajas en sus filas, no tuvo su mejor tarde.

El escenario varió con la llegada del minuto 80. Con todas las fuerzas que les restaban, los visitantes se fueron a la desesperada hacia el área local. La mejor ocasión partió de un remate de Kevin. El esférico se paseó por el área sin que encontrara rematador. El Ejido ya no estaría tan cerca de la igualada, si bien es cierto que lo intentó, con varias faltas lejanas, hasta los minutos de descuento.

El resultado no cambió y mantuvo como única diana, la tercera en su cuenta particular en cinco jornadas, materializada por Despotovic. El pitido final desató la lógica euforia entre una afición local que el pasado año vivió en el Municipal menos victorias de lo que dictaba la situación clasificatoria de su escuadra.

Razones para evitar la euforia. En las filas de la dirección deportiva del club, no obstante, no se quiere «vender la piel del oso antes de cazarlo». Así lo volvieron a remarcar ayer técnicos y directivos. Y es que cabe recordar que el Cartagena también hizo historia hace ahora cuatro años. Fue capaz de acumular seis victorias de seis. Nadie discutía que el equipo murciano alcanzaría con ese estado de forma la lucha por las plazas para subir a la segunda categoría del fútbol español.

Pero de la euforia se pasó en menos tiempo de lo esperado al sufrimiento. El grupo IV de Segunda B suele resultar bastante igualado y nada está dicho con tan pocas jornadas disputadas. Una mala racha posterior al extraordinario arranque, ese que había establecido el récord aún vigente, forzaría hasta la destitución de Pato como inquilino del banquillo cartagenero.

No ayudaron ni los malos resultados ligueros, después de tanta ilusión, ni la derrota copera frente al Atlético Sanluqueño. Fue Pacheta el encargado de entrenar al equipo poco antes de que se enfrentara a la fase de ascenso. La escuadra murciana acabó en segunda posición, sin embargo, sólo superada por el Real Jaén. Pero los albinegros confirmaron todos los malos augurios que se habían sucedido en los meses anteriores y resultaron eliminados en la primera eliminatoria, ante el Caudal.