Educar a través del deporte, hacer partícipes de la competición a los familiares y erradicar cualquier tipo de violencia verbal de los terrenos de juego de balonmano base. Ese es el objetivo de la campaña "Quiero jugar sin insultos", puesta en marcha por la Delegación Malagueña de Balonmano y el Comité Técnico Arbitral (C.T.A.) de Málaga con el apoyo de la Diputación de Málaga, justo en la previa del comienzo de la competición, que arrancan este fin de semana.

Así lo ha dado a conocer el diputado de Deportes y Juventud, Cristóbal Ortega, acompañado por el miembro del Comité Técnico Arbitral de Málaga, Juan Antonio Bernal, y el delegado en Málaga de la Federación Andaluza de Balonmano, Raúl Romero, durante la presentación celebrada hoy viernes, 14 de octubre.

El diputado ha explicado que esta campaña es un proyecto piloto que se desarrolla en la provincia de Málaga de forma experimental. "Esta es una campaña que ponemos en marcha con el objetivo principal de acabar con este tipo de conductas violentas, amenazas, actitudes vejatorias y sexistas", djijo Ortega.

Así, se va a insertar en los uniformes de los colegiados el logotipo de la campaña y el lema ´Respeta´, y la utilización de la ´tarjeta negra´, que no será un elemento sancionador (ya que no figura en el reglamento de balonmano), pero sí un "elemento visualizador de que existe una situación que no se puede consentir", ha aclarado Bernal.

Los miembros del Comité Provincial de Árbitros han mantenido reuniones con representantes de todos los clubes malagueños para exponerles el proyecto, haciendo especial hincapié en la necesidad de que los árbitros defiendan el ámbito educativo que se persigue, y poniendo de relieve la figura del entrenador como equivalente al profesor, y el entorno afectivo-familiar como refuerzo social.