La selección española de rugby obtuvo una cómoda victoria (33-16) ante Uruguay en el partido amistoso disputado este sábado en Málaga y decantado por la eficacia de los ataques locales y también por el bajón físico de los uruguayos en la segunda mitad.

El dominio en los primeros minutos correspondió a Uruguay, que dominó el oval e imprimió mayor ritmo a sus ataques, si bien las defensas controlaban un duelo cuyo marcador sólo se movía gracias a las patadas del español Linklater y del visitante Etcheverry, muy acertados en los lanzamientos a palos.

Fue precisamente el zaguero local, después de que sus compañeros resistiesen diez minutos en inferioridad numérica por la exclusión de Gimeno, a causa de un placaje alto, quien propició el primer ensayo del encuentro al contraatacar una patada rival y servir en bandeja el oval a Barthere, que posó junto al banderín derecho.

Pierre Barthere, tercera línea del Montauban francés, fue el gran protagonista del primer tiempo, ya que consiguió hacer doblete al filo del descanso (18-9 tras la transformación de Linklater), al término de una concatenación ofensiva de España desde su propia zona de veintidós.

Los 'teros' uruguayos dispusieron en la primera mitad de más posesiones que los 'leones', pero sus errores en los placajes les hacían ir a remolque en el marcador.

Tras el descanso, Uruguay volvió a ocupar la mitad del campo hispana, si bien los hombres de Santiago Santos decantaron definitivamente el choque con la mejor acción del partido, un contragolpe en juego desplegado de derecha a izquierda que culminó Jordi Jorbá entre palos.

El último ensayo español lo logró Contardi, al aprovechar un magnífico pase con el pie de Mathieu Belie, mientras que Uruguay anotó su única marca gracias a una carga del pilar suplente Gattas, que posó tras recoger una descarga a una mano de Soto.

La nota negativa, casi sobre la hora, llegó cuando Federico Anselmi, el árbitro argentino, expulsó por no saber imponer disciplina a sus respectivos equipos a los dos capitanes, Nava y Gaminara, después de que la mayoría de los jugadores se enzarzasen en una pelea tabernaria tras un placaje de Facundo Munilla.