Su nombre es Pedro Cabrera. Pero podría llamarse de otras 3.500 formas diferentes, tantas como corredores estaban inscritos en esta Maratón. Pedro ni siquiera pudo llegar esta mañana a la línea de salida. Reside en la Avenida Europa y sus calles están totalmente inundadas. No tenía cómo desplazarse al Centro para tratar de correr la maratón. Por eso su única solución ha sido la de editar un vídeo y grabarse en plena calle, explicando su frustración y su impotencia por no poder disputar esta edición de la prueba costasoleña.