El malagueño Antonio Carlos Ortega se ha traído a Málaga a la selección nacional de Japón, para preparar en la Costa del Sol el Campeonato del Mundo de Balonmano 2017, que se celebra a partir del día 12 de enero en diversas sedes de Francia. Ortega, uno de los deportistas con más títulos en la historia del deporte malagueño, finalizó su prolífica carrera en las pistas y pronto comenzó a entrenar.

Tras su «máster» en Antequera, Ortega fichó por el potentísimo Veszprem KC húngaro, al que llevó dos veces a la Final Four. Salió del equipo magiar y fichó por el Kolding y, al mismo tiempo, por la selección de Japón. Desde hace ya un año, Ortega compatibiliza el banquillo del Kolding danés con el del combinado nacional. Los periodos navideños, en vez de descansar, trabaja con el equipo nipón. Y ha elegido Málaga para ultimar la preparación del Mundial de Francia.

El seleccionador se siente como en casa. Ha pasado unos días en Santander, la tierra de su mujer, junto a sus hijos, y el jueves por la tarde llegó a Málaga. Unas horas antes lo había hecho ya el equipo nipón, que viajó directamente desde su país y que realizó una suave sesión de trabajo para aclimatarse al nuevo horario. El equipo comenzó a trabajar en serio ayer y ya no parará hasta el próximo día 7, cuando abandone Málaga para marcharse a su sede, en París. Por las mañanas se entrenará en el pabellón Juan Gómez Juanito de Fuengirola y algunas tardes lo hará en el Carpena.

El seleccionador y todo su plantel fueron recibidos ayer por Pepe del Río, de la empresa municipal «Málaga Deporte y Eventos», y por Raúl Romero, delegado en Málaga de la Federación Andaluza de Balonmano. Ahora, a seguir trabajando. Japón tiene un grupo durísimo, con Francia, Rusia, Brasil, Polonia y Noruega. De los seis sólo pasarán cuatro. Un reto complicadísimo para los hombres del malagueño Ortega.