El delantero uruguayo del Fútbol Club Barcelona, Luis Suárez, se perderá la final de Copa del Rey contra el Alavés, después de que el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le haya sancionado con dos partidos por su expulsión en el último partido contra el Atlético de Madrid.

Suárez ha sido castigado con un partido por su doble tarjeta amarilla en la vuelta de semifinales y con otro por violar el artículo 113.3 del Código Disciplinario de la RFEF, que subraya que "quienes sean expulsados deberán dirigirse a los vestuarios sin posibilidad de presenciar el partido desde la grada".

El jugador sudamericano se quedó en la entrada del túnel de vestuarios del Camp Nou presenciando el final del encuentro y el árbitro Gil Manzano lo reflejó en el acta. Dicha infracción se sanciona con entre uno y tres partidos de suspensión, y Competición se ha decantado por el castigo más leve, desestimando el recurso del club azulgrana.

La buena noticia para el Barcelona es que el organismo sí que ha estimado el recurso por Sergio Busquets y ha anulado la tarjeta amarilla que vio el centrocampista por sacar un balón del campo con el juego parado.