El Marbella FC se anotó ayer un empate que le sabe a poco. Sobre todo porque tenía en sus manos recuperar la segunda posición de la tabla, tras el traspié del Cartagena, líder hasta ahora. Sumó un punto ante un rival enfrascado en la lucha por la permanencia, que sigue en puestos de descenso, y que tuvo en el meta Pulpo a su mejor jugador durante muchas fases del encuentro.

No fue La Roda el equipo que se esperaba. Ayudó la persistente lluvia y que los manchegos salieron mucho más enchufados. Un tanto de Kike Márquez tras la reanudación equilibró el gol inicial de Bolo, materializado en la primera media hora de juego, por lo que el conjunto costasoleño encadena ya ocho jornadas sin perder.

Bolo ya anunció de su capacidad ofensiva mucho antes de poder adelantar a La Roda. Puso a prueba al guardameta Bernabé en el minuto 9. Pero el arquero respondió con una gran intervención. No respondieron los locales hasta el minuto 17, con un cabezazo de Petcoff que rozó el larguero, aunque por arriba.

Llegó el minuto 26. Un centro de Connor fue aprovechado por el reseñado Bolo, que remató cruzado a las mallas locales. El Marbella desde ese instante se volcó sobre el arco defendido por Pulpo. Andrés lo intentaba de falta directa. Pero el portero enviaba a saque de esquina. En la siguiente acción fue Kike Márquez el que enganchó el esférico dentro del área. El público llegó a cantar el empate. Pero el balón, con trayectoria hacia la red, fue desviado de cabeza por Pablo García.

Otras dos acciones ofensivas más hubo en el último suspiro de la primera mitad. Añón lanzó desde la frontal del área una falta que se fue arriba por muy poco y también volvería a acariciar el gol, tras un buen centro de Okoye. Pero remató mal en el segundo palo.

Cuando se había jugado poco más de un minuto de la segunda parte, Kike Márquez remató sin obstáculo, esta vez sí, una falta lateral sacada por Andrés. El encuentro se decantó de forma clara para los locales , que llegaban y generaban peligro ante un rival encerrado. Pero unas veces Pulpo y otras la falta de puntería, terminaron por equilibrar el juego de unos y de otros.

Los espectadores, alcanzado ya el minuto 87 de juego, vibrarían con la mejor ocasión de esa recta final. Un cabezazo de Lolo pudo haber acarreado los tres puntos. Pero su remate en el segundo palo se marchó fuera.