No parece que la contundente derrota sufrida por el Barcelona en París sea una más, seguramente destila un aroma de fin de ciclo de un entrenador, Luis Enrique Martínez, y de cambio de tercio en un equipo que ha sido referencia en el mundo del fútbol en los últimos años.

Más allá de cómo acabe la eliminatoria de Champions, la directiva del Barça seguramente tomará nota del cambio de escenario. En París, Luis Enrique no estuvo lucido ni en el diseño de la táctica ni tampoco en la sala de prensa.

Llegó a encararse con un periodista de TV3 y se señaló como "máximo culpable de todas las derrotas", pero también de ser "el culpable cuando se gana" para acabar recomendando a su interlocutor: "Espero que este tono que has utilizado lo mantengas también cuando el equipo gana y no solo cuando se pierde".

Poco antes, el técnico del Barcelona declaró que el rival había sido superior desde el inicio: "No creo que sea muy difícil de explicar lo sucedido. Nos han superado en la presión, no hemos podido salir de esa presión, nos han generado peligro, han sido mejor con y sin balón, y ha sido una noche en la que claramente hemos sido inferiores", reconoció.

Si en los micrófonos de TV3 aseguró que podían "haber hecho el pino y habría pasado lo mismo", en su comparecencia matizó que poco pudo cambiar. "El PSG a través de ataques muy rápidos nos ha conseguido desarbolar y generar muchas ocasiones. Pensábamos que el 2-0 al descanso era muy malo, hemos intentado generar ocasiones pero ha venido el tercero, el cuarto, y una noche nefasta para nosotros", apuntó.

Al Barça se le puede hacer muy larga la temporada y, si no cambia la dinámica, la Copa del Rey puede ser su única opción de título, ya que está clasificado para la final que jugará contra el Alavés.

En la Liga, los azulgrana están un punto por debajo del Real Madrid con dos partidos más y dependen del equipo de Zidane y en la Champions, el ocho de marzo se conocerá el futuro de los azulgrana, que tendrían que remontar un 4-0, algo inédito en la historia moderna de las competiciones europeas.

Anteriormente el Barça ha firmado tres veces ese marcador en contra en Europa. Una en la final de la Champions en Atenas ante el Milan, la segunda en el Camp Nou ante el Dinamo de Kiev y en 2013 frente al Bayern de Múnich de Juup Heynckes.

El Barça de Luis Enrique está dispuesto a sentarse en el diván y necesita mirarse en el espejo. Tiene tres semanas de pausa, las que faltan hasta el partido de vuelta, y después se intuye que será el momento de tomar decisiones y no aplazarlas hasta que sea demasiado tarde, ya que el entrenador, Luis Enrique, tiene contrato hasta finales de temporada y hasta el momento ha eludido pronunciarse sobre su futuro.