La fuengiroleña Bea Puertas vivió el pasado sábado un segundo cumpleaños de esos que quedan grabados en la biografía de cualquier deportista de elite. Si hace justo un año cumplía los 20 años en la jornada en la que era intervenida quirúrgicamente, tras romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, anteayer vivió la gloria de anotar, justo sobre la bocina, el gol decisivo para conducir al Rincón Fertilidad de balonmano femenino a la fase final de la Copa de la Reina. Esta internacional con España en las categorías inferiores nos cuenta cómo vivió esa diana histórica y cuál es su día a día, al compaginar los entrenamientos con sus estudios de grado medio en Farmacia.

¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza al transformar un gol que significaba el billete automático a la Copa de la Reina de balonmano?

La anécdota en ese momento estuvo en que al ver que entraba el balón y de inmediato sonaba la bocina me di cuenta de que había muchas jugadoras que dudaban si el tanto era o no válido. De esa manera, tuve que esperar como dos o tres segundos. Hubo un tiempo de duda hasta que se confirmó que el gol significaba nuestra clasificación. Había sido un partido muy duro, contra un rival que físicamente exige mucho, como es el Valladolid, y por eso sabíamos que podía ganar cualquiera.

¿Había imaginado un mejor regalo de cumpleaños?

Son las casualidades que tiene la vida. Se lo dije a las niñas antes de empezar, que podía ser un día muy especial. Súper... Era el mejor regalo posible y teníamos en nuestras manos poder celebrarlo. Y se celebró por todo lo alto. La noche no fue la mejor, porque empezó a llover con fuerza y tuvimos que irnos a casa, pero ha sido un cumpleaños inolvidable.

Fue como uno de esos terceros tiempos típicos del rugby...

Sí. Nunca olvidaré esta celebración de mis 21 años. Es con lo que te quedas, con estas celebraciones fuera del vestuario. Es muy importante vivirlas así. Esa piña que hay fuera luego también se palpa en la pista.

¿Este gol es también una prueba más que evidente de que Bea Puertas está plenamente recuperada de su grave lesión?

El verano pasado tuve que trabajar muy duro y encima sin poder pisar la pista. Una vez terminada la rehabilitación empecé a readaptarme con la ayuda del preparador físico. Ya me encuentro bien físicamente y psicológicamente, mucho mejor. La lesión ya es pasado.

¿Cómo llega el equipo a esta nueva fase final de la Copa?

Los fichajes este año han sido muy buenos. Han aportado mucha calidad. Esperamos que el papel sea mejor que el ofrecido por nosotras el año pasado. Tenemos la ventaja de que vamos sin la presión de otros equipos. Pero poco a poco somos más ambiciosas.

Descríbanos su día a día.

Estoy haciendo un grado medio en Farmacia, de manera que tengo que ir a clase seis horas al día. En época de exámenes, por este motivo, tengo que quitarme algunas horas de sueño. Mi día a día va de los entrenamientos a clase. El problema está en los desplazamientos tan largos que solemos tener, pues no hay ningún otro equipo en todo el sur de España. Partimos los viernes y muchas veces tenemos que pasar 24 horas en el autobús.

¿Llegarán en España las prometidas ayudas estatales para fomentar el deporte femenino?

En Málaga tenemos la suerte de tener a Manolo Rincón como mecenas. Pero la igualdad está bastante lejos. Mi chico juega en la segunda categoría nacional masculina y cobra el doble que yo.

¿Sueña con volver a la selección, ya en categoría absoluta? Seguro que sus referentes en este sentido son «Guerreras» malagueñas como Marta López o su actual compañera Nuria Benzal.

Ahora estoy centrada en el trabajo de club tras aquella experiencia internacional como júnior. Al lado de Nuria, que tengo la suerte de tenerla en mi equipo, se aprende mucho. Ojalá pueda seguir progresando y alcanzar nuevos retos.