El marbellí Rubén Guerrero se ha desligado de la Universidad de South Florida (USF) y ya ha contactado con varias universidades para acabar allí su cuarto y último año jugando en la NCAA estadounidense y también su carrera de Finanzas. El pívot malagueño, de 2,12 metros y 110 kilos de peso, abandonara la ciudad de Tampa tras haber llegado a un acuerdo con USF.

Después de tres años en el estado de Florida, Guerrero busca un nuevo reto para el próximo curso, que será su último año académico. La normativa de la NCAA le ha permitido solicitar su salida de la Universidad donde lleva ya tres campañas y, tras varias semanas, ya ha logrado la libertad. Ahora busca un nuevo equipo. Varios centros de primer nivel han contactado ya con él, pero ahora debe tomar la mejor decisión para su último curso allí.

Ha sido una temporada muy frustrante para los USF, que finalizaron el año sin cumplir las expectativas y con un balance de 7 triunfos y 23 derrotas. Rubén esperaba más del equipo y de sí mismo, y acabó con malas sensaciones. El malagueño ha promediado 5,4 puntos, 5,1 rebotes y 1,2 tapones en 23 minutos de juego. Y la «estampida» cuando acabó el curso le ha llevado a tomar la decisión de solicitar el «tránsfer» y marcharse.

Antes que Guerrero, ya habían solicitado su salida del programa de baloncesto de la Universidad de South Florida los jugadores Geno Thorpe, Malik Fitts y Luis Santos. La baja del marbellí es la cuarta de USF, y viene provocada también por la marcha de su entrenador y hombre de confianza de Rubén, el coach Orlando Antigua. El técnico fue destituido a comienzos del mes de enero y eso dolió mucho al pívot. Su recambio temporal fue Murry Bartow.

Ahora los Bulls se han planteado una revolución total, con la salida de su esqueleto en la pista y con un cuerpo técnico completamente nuevo. Brian Gregory será el nuevo entrenador, ayudado por Chad Dollar, Scott Wagers y Tom Herrion. Todos debutarán en el banquillo de los USF.

Para Guerrero se abre una etapa de nuevo ilusionante. Quiere acabar su etapa de cuatro años en la NCAA de la mejor forma posible, pero sin descuidar su formación. Estudia Finanzas y quiere finalizar también la carrera. Su cartel en EEUU es maravilloso. Sus compañeros y entrenadores de conferencia le votaron este curso como el jugador más deportivo. Y después la propia NCAA le premió a escala nacional con el galardón «Bob Frederick» a la deportividad en la NCAA.

Lo que preocupa y ocupa ahora a Rubén es dónde culminará su etapa de formación. Cuando tuvo que elegir universidad llegó a contactar también con centros muy populares como George Maison o Houston. Ahora debe encontrar el mejor lugar posible para culminar su «metamorfosis». Y es que del Rubén Guerrero que se marchó de Marbella con sólo 17 años al que ahora tiene 21 han cambiado muchas cosas.

Se marchó de Los Guindos, tras jugar en el equipo júnior y llegar a debutar en el LEB Plata, y ser internacional en categorías inferiores. Del chico alto y delgado, nacido en el año 1995, que se marchó a la «Prep School» Sunrise Christian Academy (Kansas) y que ha jugado estos tres años en la Universidad de South Florida queda poco, ha habido una gran transformación. Rubén ha ganado casi 20 kilos de masa muscular y ahora es un pívot rocoso y duro, no el chico delgaducho que se formó en el Unicaja.

El club malagueño, por cierto, tiene sus derechos de formación, así que hasta los 23 años tiene una opción de tanteo sobre todos los equipos de la Liga ACB que pretendan hacerse con él. Aunque eso es futuro. Ahora lo importante para Rubén es encontrar la mejor Universidad posible para concluir su etapa académica y en la NCAA.