J. C. A. es árbitro de baloncesto desde hace ya nueve temporadas. Tiene 28 años y el sábado, en la Final Four infantil, se despedía de este curso. Dirigió el CB Ciudad de Melilla-CB Benalmádena, con triunfo benalmadense por 61-39. No hubo nada extraño en el partido y al acabar el partido se abrazó a novia, que es oficial de mesa, como ritual de final de temporada y, junto a los otros tres compañeros oficiales, abandonaron el pabellón de Benalmádena. A partir de ahí se desencadenaron los desgraciados incidentes que acabaron con la agresión del árbitro en el parking de la instalación.

La Opinión ofreció entre el domingo y el lunes, en su web y en la edición impresa, la versión de los hechos del incidente por boca de la Delegación Malagueña de Baloncesto, de fuentes arbitrales, del Ciudad de Melilla y de los propios padres implicados en el altercado. En la reconstrucción de los hechos también se consultó a un testigo presencial, que prefirió no dar su nombre ni ser mencionado. Pero no había hablado con el colegiado agredido, J.C.A., que ayer quiso dar su versión de los hechos.

«Salí el último y al llegar al coche uno de los niños que había arbitrado del Ciudad de Melilla empujó a otro contra el coche y lo estampó. Les chisté con un «sssshhhh» y les dije que tuvieran cuidado, sólo eso», narra el colegiado. A partir de aquí surgió el problema y la trifulca.

Tanto los padres como el propio Ciudad de Melilla insistieron ayer en desligar el suceso con el partido de baloncesto. Fue, insisten, una pelea por este hecho del coche y nada tuvo que ver con el arbitraje de un partido de guante blanco. Continúa con el relato J.C.A. que, tras llamar la atención a los niños, «se acercó un señor mayor, canoso» y le dijo: «¿Qué le has dicho al niño?». «A mí me sorprendió pero es que llegó otro hombre que me impidió abrir la puerta y forzamos entre ambos, porque yo quería abrirla e irme. Se encaró y me dijo: «Como me des con la puerta te reviento la cabeza».

Y continúa el árbitro: «Vinieron algunos padres y trataron de llevárselo, pero es cuando una madre comenzó a gritarme: «Has hecho un arbitraje de mierda». Yo le dije: «Señora, han perdido por 30». Fue así, literal. Sin emplear ningún tono jocoso. Soy árbitro y creo en la educación de los niños. Me considero una persona cívica y no le contesté de malas formas».

El altercado

Entonces es cuando se produjo el altercado. «Puse el vehículo en marcha, traté de salir. Había un señor por la ventanilla y otro se puso delante, obstaculizando. Ese padre comenzó a darle patadas al coche. Era el padre que antes me impedía cerrar la puerta. Al salir del coche me lanzó un puñetazo y lo logré esquivar. Pero luego ese padre me tiró al suelo. Hay al menos tres padres que me agredieron. Un padre me sujetó un brazo, otro padre, el otro. Y un tercero me agredió. Me dieron todos. Puñetazos y patadas», relata.

«Sólo puedo identificar a uno. Todo fue muy rápido, y quiero llegar hasta el final. Hay testigos presenciales que quiero que me ayuden y ya he hablado con el CB Benalmádena para que aporten testigos. Por mí y por mi compañera, deseo llegar hasta las últimas consecuencias. Quiero que haya una sanción ejemplarizante. Esto no puede pasar ni en provinciales, mucho menos con niños de 12 y 13 años. Los niños estaban allí, todavía vestidos con la equipación del Ciudad de Melilla», se lamenta.

J.C.A. se pasó este lunes por la Federación y recibió el apoyo de los responsables. Y deja una reflexión. «Llevo nueve años arbitrando y esto va a peor, el comportamiento de los padres, su mala educación. El listón baja cada año, en falta de respeto. Es una pena», finaliza el árbitro.