Rafa Nadal perdió su encuentro de octavos de final ante Gilles Muller, pero volvió a recibir el elogio masivo de los aficionados al tenis. Para el recuerdo queda su gesto al abandonar la pista, cuando decidió esperar a su rival y salir así juntos, una forma de rendir homenaje al vencedor del partido.

Los aficionados corearon en numerosas ocasiones el nombre de Rafa Nada durante el encuentro, algo que el español agradeció en la rueda de prensa posterior.

"Fue genial tener al público de mi lado, jugué con mucha pasión y eso la gente lo aprecia. Siento la derrota por los que me apoyaron", sostuvo.

Preguntado sobre que sensaciones tiene al ser el último torneo de Wimbledon al que acudirá entrenado por su tío Toni Nadal, Rafa contestó que "no es el fin del mundo" y agregó, irónico, "no se va a vivir a China, su casa está a dos minutos de la mía y seguiré practicando con el en la academia".