El sistema educativo norteamericano es el más reconocido del mundo. Más de 4.000 universidades forman un ambiente de prestigio que hace de éste la mejor catapulta para cualquier estudiante que quiera estampar en su currículum un sello de oro. Miles y miles de estudiantes sobresalientes cogen un vuelo desde cualquier rincón del mundo para poder tener allí unos estudios superiores.

Sin embargo, estudiar en una universidad de tan alta excelencia no es apto para culquier tipo de bolsillo. Existen muchas entidades y becas que ayudan a deportistas que estudien -y a sus familias- a cumplir su sueño de estudiar en los campus de las películas. AC Scholarship es una de estas empresas. Y es malagueña.

Ángel Martín de Soto y Carmen Rubia, ambos de Málaga, crearon hace dos años AC Scholarship, una empresa dedicada a la ayuda de futuros deportistas y estudiantes para continuar sus estudios en Estados Unidos. En lo que va de año, esta empresa malagueña ya ha repartido a 12 deportistas y 20 estudiantes entre la gran variedad de universidades norteamericanas. Además, colaboran con la Pau Gasol Academy, algo que aporta visibilidad a estos deportistas de cara a la que serán sus centros de destino.

«La llevamos entre Ángel y yo, ambos de Málaga y que hemos trabajado en EEUU durante seis años», comenta Carmen a este periódico. «No sólo ayudamos a estudiantes que sean deportistas, también podemos echar una mano a los que quieran hacer un curso de inglés, un año de highschool o simplemente estudiantes que quieran estudiar carrera o máster, deportistas o no deportistas», afirma. Un gran abanico de becas y ayudas se abre para los futuros deportistas que quieren vivir una experiencia que marque sus vidas.

Y ahora más que nunca, ya que las universidades estadounidenses llevan algunos años mirando hacia el otro lado del charco, buscando futuros deportistas estrella para sus reconocidas ligas universitarias. Empresas como la de Carmen ayuda a estos estudiantes a ser encontrados por los scouters -ojeadores- con vídeos de presentación, ayuda con los trámites, proporcionando un acceso más fácil a las becas e incluso buscando un trato más personal con la familia, algo que ayuda al propio estudiante en muchos casos.

El fútbol -soccer para los americanos- es un deporte que está en auge en el país norteamericano. La creciente pasión por este juego y la poca cultura futbolística que existía en Estados Unidos hasta hace relativamente poco obliga a que estos ojeadores busquen futuras estrellas en países europeos con sociedades volcadas con el fútbol, como es el caso de la española. «Los niños y niñas españolas tienen mucha fama de buenos deportistas, sobre todo fama de buenos jugadores de fútbol. Pero no nos encargamos únicamente del fútbol, también el baloncesto y el tenis son deportes de los cuales las universidades americanas se interesan por nuestros jóvenes deportistas españoles. Tenemos mucha fama de grandres deportistas al otro lado del charco», asegura Carmen.

«Últimamente tenemos más facilidades con las niñas. Las universidades de allá tienen que dar la misma cantidad de becas y hay menos deportistas féminas, por lo que el abanico de posibilidades se abre», manifiesta.

Las ligas universitarias norteamericanas tienen un seguimiento por parte de los clubes extraordinaria. Es de estas ligas de donde proceden una buena parte de los deportistas estrella que juegan actualmente en federaciones conocidas a nivel mundial como la NBA. Además, por su nivel, estas ligas universitarias tienen una gran afluencia de público. Mientras mejores deportistas tenga cierta universidad, a más universidades rivales superarán, algo que les hará crecer en prestigio.

Sergio Monteiro, estudiante malagueño de 17 años, ha sido elegido para estudiar Ingeniería Aeroespacial por la universidad de Embry-Riddle en Prescott (Arizona). «Todo empezó hace dos años. Estuve para un intercambio y decidí que quería estudiar allí. Jugué en las categorías inferiores del Málaga CF, luego estuve cuatro años jugando en el Puerto Malagueño. AC Scholarship me ayudó con el vídeo de presentación, con todo el proceso y con el tema de la beca. Estoy becado al cien por cien, de lo contrario serían alrededor de 50.000 euros al año», manifiesta Sergio, que está a punto de irse.

Enrique Cortés ya lleva dos años allí. Estudiante malagueño de 20 años, está cursando la carrera de Turismo y jugador de baloncesto en la Metropolitan State University of Denver (Colorado). «Mi experiencia estos dos años es buenísima. Fue muy duro al principio por el idioma, pero me ayudan mucho. Sobre todo los entrenadores, que son los que te fichan y quieren que estés lo mejor posible», afirma. «Con AC el trato ha sido increíble y me han ayudado muchísimo, incluso explicándome paso por paso lo que tenía que hacer. Recomiendo al cien por cien la experiencia de irse a EEUU. Terminas con una carrera y además te vuelves con un nivel de inglés casi bilingüe».