Azahara Muñoz Guijarro (San Pedro Alcántara, 19 de noviembre de 1987) vive esta semana unos días especiales dentro de su frenético calendario competitivo. Está en casa, con su familia y amigos para comenzar a partir de hoy su defensa del Andalucía Costa del Sol Abierto de España, torneo valedero para el Circuito Europeo y que afronta con una ilusión desbordante en una temporada complicada.

¿Qué tal es estar de vuelta en casa?

Como siempre, me encanta volver aquí, sé que vivo fuera y poder jugar aquí, en mi campo de toda la vida es lo máximo. Me siento muy cómoda, tendré mucha gente durante el torneo apoyándome, como te digo me siento muy cómoda, es una semana especia para mí.

¿No le pesa defender el título del Open de España y encima en casa?

Bueno, es cierto que es una presión añadida, todo el mundo espera que juegues bien. Lo bueno es que tendré mucho público apoyándome y eso siempre ayuda. Son más los pros que los contras.

¿Qué le parece el cambio de hoyos en el campo de Guadalmina para acabar el recorrido con dos pares cinco?

Me gusta mucho, va a dar mucho juego, me gusta bastante.

Pero, ¿no beneficia más a las jugadoras pegadoras?

Da un poco igual, porque son hoyos que los ibas a tener que jugar antes o después. Tampoco cambia mucho. No es algo que favorezca demasiado a las jugadoras pegadoras. Yo tengo opciones pese a no ser tan pegadora como otras. Lo tienes que jugar, aunque no llegase a green de dos se puede hacer birdie desde la calle.

Suzann Pettersen, Carlota Ciganda, Georgia Hall, Florentyna Parker... ¿Va a ser muy complicado revalidar el título con un elenco de jugadoras tan importante?

Han venido jugadoras como las que nombras que dan mucho nombre al torneo, quizás incluso tenga más nivel incluso que el año pasado, son jugadoras de mucha categoría a nivel mundial y va a estar muy caro ganar. Lo importante es que haya jugadoras de este nivel y que el torneo crezca.

Ayer la Costa del Sol le hizo un reconocimiento a su trayectoria, ¿cómo se siente al ser honrada en casa?

Me encanta, es un reconocimiento que me hicieron en junio, pero me lo dan ahora por motivos de agenda. Estoy muy contenta, es un orgullo que en tu tierra valoren tu trabajo.

¿Supuso un palo el hecho de no estar en el equipo de la Solheim Cup?

Un palo no, las cosas son como son, me hubiese gustado estar, por su puesto; hubiese sido mi cuarta Solheim, hubiese sido un honor. Cuando me enteré, al principio, me puse un poco triste pero se quita pronto. Intentaré estar en la siguiente. No me gustó verla desde casa, pero no me afectó, hay que seguir luchando por otros objetivos.

Ha introducido algunos cambios técnicos en su swing, un proceso que a la larga tendrá sus frutos pero que estos últimos meses le han hecho estar lejos de los primeros puestos, su hábitat natural...

He dejado los cambio, jugué dos meses bastante mal y lo he dejado, los cambios a mitad de temporada son complicados. He vuelto a jugar más natural y no a pensar tanto y me va muy bien.

Sufrió una lesión en la mano que requirió cirugía y luego tuvo que ser operada de apendicitis, ¿le ha frenado estos dos contratiempos?

Sobre todo lo de la mano, que me pilló jugando mejor que nunca. Me paró en seco, es el peor sitio porque es en la parte donde aguantas el peso del palo. Volví antes de la cuenta y el swing te cambia para que no te duela, quizás me equivoque en volver tan pronto, pero de todo se aprende.