Un terremoto sacudió este martes al Marbella FC para mover todos sus cimientos y poner a prueba su estructura. La detención de su presidente, Alexander Grinberg, enmarcado en una operación que investiga el presunto blanqueo de 30 millones de euros, fue toda una sorpresa en el seno de la entidad blanquilla, donde ayer se vivió una jornada intensa, pero desde donde se afanan también en hacer un llamamiento a la tranquilidad.

Y es que el Marbella FC quiere separarse de cualquier movimiento extradeportivo y por ello emitió ayer por la tarde un comunicado haciendo un claro llamamiento a la normalidad y también al apoyo de sus aficionados. «Ante las diversas noticias y comentarios que se han vertido en el día de hoy -por ayer-, el Marbella FC desea transmitir a sus abonados, simpatizantes y miembros de esta gran familia un mensaje de total tranquilidad y confianza.La actividad del club continuará desarrollándose con absoluta normalidad y estando únicamente centrados en nuestros objetivos deportivos tanto en el primer equipo como en el resto de equipos de la amplia cantera de la Fundación Marbella FC.El presidente, Alexander Grinberg, el club y todos sus miembros agradecen las numerosas muestras de apoyo y solidaridad recibidas a lo largo de esta jornada.Ahora más que nunca os necesitamos. Fuerza Marbella FC y con vosotros todo será posible

», rezaba el comunicado.

El conjunto blanquillo milita en el Grupo IV de Segunda División B, donde actualmente está noveno clasificado con 10 puntos, a sólo uno de la zona de play off por el ascenso. Desde el equipo marbellí quieren centrar todos los esfuerzos en el próximo encuentro liguero, que será este domingo a las 12.00 horas contra el Jumilla, en puestos de descenso.

Este periódico se puso ayer en contacto con Teo Bravo, director general del Marbella FC, que quiso incidir en ese mensaje de tranquilidad del comunicado. «Hay que tener tranquilidad. Ha sido todo una sorpresa, pero en el club tenemos que seguir trabajando y sólo pensar en el Jumilla. No va a haber ningún cambio drástico en el club porque tenemos disponibilidad económica y no hay restricciones de ningún tipo», argumentaba el ejecutivo en primera instancia.

«Estamos todos unidos, desde los trabajadores hasta los jugadores. Todos nos hemos visto sorprendidos y lo hemos sufrido con preocupación porque es nuestro presidente y siempre ha sido muy condescendiente. Hasta 50 familias se sostienen de este equipo, pero esperamos que todo se aclare», reiteró Bravo, que aclaró que se está colaborando con las autoridades. «Somos una Sociedad Anónima. Máxima transparencia y rigor. Máxima legalidad», apuntaba el sevillano.

En cualquier caso, la plantilla del Marbella contó ayer con una jornada de descanso y hoy volverá al trabajo para preparar el partido contra el Jumilla de este fin de semana (domingo a las 12.00 horas). Una plantilla prácticamente nueva con respecto al curso pasado, donde Alexander Grinberg había invertido mucho esfuerzo y dinero para intentar llevar al Marbella a Segunda División.

Y es que el presidente ruso nunca ha escondido que su deseo ha sido el de querer devolver al conjunto blanquillo a la época dorada que ya vivió cuando militó en Segunda.

Grinberg aterrizó en el Marbella FC en enero de 2013 justo cuando el club atravesaba una delicada situación económica. Pero con el tiempo consiguió estabilizar el proyecto y dotarlo de empaque en la categoría de bronce del fútbol español.

Precisamente el curso pasado es cuando más cerca ha estado de ascender, tras un arranque de temporada fulgurante con hasta siete victorias consecutivas de inicio. Sin embargo, el proyecto comenzó a descomponerse a mediados de curso con la salida de Mehdi Nafti -entrenador- y de Alessandro Gaucci, director deportivo. También acabó saliendo Raffaele Pandalone, vicepresidente y responsable del área deportiva más adelante, antes de que el ascenso se esfumara.

El proyecto deportivo del Marbella esta temporada tenía un cartel menos «agresivo» en el aspecto deportivo. También la apuesta económica parece menos importante, aunque los pasos dados hasta ahora en el Grupo IV de Segunda B eran firmes, sin renunciar a nada. Queda ver cómo encaja el conjunto marbellí el terremoto en el que se ha visto envuelto.