La celebración de la Copa de la Reina en Málaga está a expensas de que la Junta de Andalucía confirme su apoyo y se adhiera al Ayuntamiento de Málaga y a la Diputación Provincial de Málaga, que han dado ya su visto bueno para asumir los costes que implican la celebración del evento, del 19 al 22 de abril de 2018. La Federación Española de Balonmano tiene un pacto ya cerrado con Ayuntamiento y Diputación, para que ambas instituciones aporten 44.000 euros cada una como canon y para abonar todos los costes que conlleva el torneo: desplazamientos, hotel para los ocho clubes participantes, árbitros, federativos y patrocinadores, residencia para los equipos de la Minicopa y otros gastos derivados por la organización del evento.

La Junta debe hacer frente también, a partes iguales, a esa cifra de 44.000 euros (incluido IVA) por cada administración, pero para confirmar su presencia quiere imponer que la Copa de la Reina de Málaga se celebre en la Ciudad Deportiva de Carranque. Y que la Minicopa se juegue en el viejo pabellón de Carranque.

Y aquí es donde llega el punto de conflicto. La Federación no ve con buenos ojos que Carranque sea el centro neurálgico de la competición. En primer lugar, porque el aforo del pabellón es de tan sólo 800 aficionados. Es decir, que entre las localidades que hay que reservar para los equipos, para las pequeñas de la Minicopa, patrocinadores, empresas, VIPS... Apenas van a poder venderse 150 abonos entre los aficionados malagueños. ¡Ni para los compromisos del propio Rincón Fertilidad! A todo esto hay que añadirle la tremenda complicación para que los autobuses de los equipos puedan estacionar en las inmediaciones. Al igual que los aficionados, claro. Las gradas telescópicas de la instalación no se pueden abrir y, además, no hay salas interiores que se puedan adaptar para prensa o zonas VIP. No es el espacio más adecuado, según opina la Federación después de haber visto ya los informes remitidos.

De hecho, el presidente de la Federación Española, Francisco Blázquez, ha mantenido durante este lunes y martes diversas conversaciones con los responsables públicos de las tres instituciones. Es más, el máximo mandatario ha podido incluso visitar la ciudad durante la jornada de ayer martes, algo que este periódico no pudo confirmar.

Lo cierto es que la Junta y sus 44.000 euros son un obstáculo, a día de hoy, que puede alejar la Copa de la Reina de Málaga. La Federación prefiere que el epicentro del torneo sea Ciudad Jardín y que la Minicopa sea en Carranque. ¿Por qué Ciudad Jardín? La selección española femenina ya jugó allí contra Bulgaria hace unos meses y hay mucho avanzado ya en cuanto a asuntos logísticos. En los aledaños hay aparcamientos para autobuses y VIP, hay suficientes salas interiores y, lo más importante, más de 3.000 asientos disponibles. Es decir, que la afición malagueña sí puede quedar saciada y la Federación responderá así ante sus patrocinadores y compromisos.

La Copa de la Reina 2018 de Málaga pende de un hilo. Del fino apoyo que sustenta la Junta de Andalucía. Suyo es el balón. Y la decisión final.