España inicia en Marbella su andadura en busca de su sexta Copa Davis de tenis, que se resiste desde que el combinado nacional se impusiera a Argentina en 2011. Se medirá a Gran Bretaña, campeona del torneo en 2015 y que en el municipio malagueño, a buen seguro, estará apoyada por muchos de los compatriotas que residen en la Costa del Sol.

Los jugadores capitaneados por Sergi Bruguera tampoco estarán solos. La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, prometió ayer en la presentación de la eliminatoria que se jugará entre el 2 y el 4 de febrero, que el Ayuntamiento generará «el entorno favorable» para que la ciudad se vuelque con los integrantes del combinado nacional. Del lado español estarán también las condiciones favorables que ofrece Marbella, como jugar al nivel del mar, en tierra batida y al aire libre. «Marbella es especial», señaló el presidente de la RFET, Miguel Díaz.

También sumará el hecho de que la pista de Puente Romano que albergará los partidos y cuyas gradas se ampliarán para albergar a 9.000 asistentes, lleve el nombre de un ilustre del tenis español, Manolo Santana, dos veces campeón de Roland Garros y uno de Wimbledon. Y la historia. La eliminatoria que se disputará en febrero será la tercera que acoja Marbella. En el 89 fue el escenario de los cruces contra México y en el 2009, ante Alemania.

En las dos contiendas, España pasó de ronda y el duelo contra Alemania, que se disputó en la Plaza de Toros de Puerto Banús, fue la eliminatoria de cuartos de final de un torneo que España acabó conquistando. "No se ha perdido ninguna eliminatoria en Andalucía", aseveró el presidente de la Federación Andaluza de Tenis, Juan Migue Navas.