La "crisis del ruido" ha desatado una crisis de gobierno en el Ayuntamiento de Málaga. Francisco de la Torre ha reunido este mediodía a algunos de sus concejales y su núcleo más cercano para solucionar el desaguisado que la institución municipal ha creado en estos últimos días, después de que Medio Ambiente haya remitido el expediente sancionador a dos colegios malagueños, por valor de 12.001 euros cada uno, una vez que ya había acuerdo con la Consejería de Educación de la Junta.

Esta doble multa provocó que la delegada de Educación, Patricia Alba, haya dado marcha atrás, acusando al alcalde de incumplir su pacto: realizar nuevas mediciones de ruidos que incorporar al expediente y hacer obras que amortigüen el ruido en el Félix Revello de Toro y en el Lex Flavia, los dos colegios multados, en los que entrenan Málaga Basket y Adesa Basket.

El alcalde, después de que la Delegación Malagueña de Baloncesto haya decidido convocar una huelga el próximo día 16 de diciembre y una gran manifestación, ha telefoneado hoy al delegado de la Federación, Ricardo Bandrés, con el que se ha citado en el Ayuntamiento. Tras la reunión, De la Torre ha telefoneado a Patricia Alba para tratar de retomar las negociaciones. Las dos partes han decidido reunirse esta semana para tratar de resolver este grave conflicto que ha puesto en pie de guerra al baloncesto malagueño.

Hay que recordar que a pesar del acuerdo al que se llegó entre las dos partes, que el Ayuntamiento incumplió, el propio alcalde dijo el pasado viernes que las dos multas eran un tema menor y que significaba que la burocracia se cumple. Mientras que el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, fue tajante y claro al explicar que las multas de 12.000 euros impuestas a la Junta de Andalucía por exceso de ruido en las actividades deportivas de dos colegios son firmes y no admitían discusión. "Las multas hay que pagarlas". "No vamos a quitar una sanción a nadie pues seria un delito". "Se ha cometido una falta grave y eso no puede quedar impune", añadió.