La "crisis del ruido", así bautizada en Málaga, ha devenido en rebelión de la canasta. La Delegación Malagueña de Baloncesto paralizará todas sus actividades los días 16 y 17 de este mes. Más de 300 partidos de categorías inferiores se quedarán sin disputar. Se protesta así contra sendas multas de 12.001 euros impuestas a los colegios Félix Revello de Toro y Lex Flavia. El motivo: el ruido excesivo que hacen los jugadores cuando botan el balón durante los entrenamientos. Una situación que el baloncesto base gallego considera absurda y que ha provocado muestras de solidaridad en toda España.

Un vecino de Málaga inició este proceso al presentar hace meses una denuncia contra el colegio Puerta Oscura. El sonido de los entrenamientos de baloncesto fuera de horas lectivas incumplía el Decreto 6/12 del Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica en Andalucía en horario (más allá de las 20.00 horas) y decibelios permitidos.

Todos los clubes que emplean instalaciones colegiales, con casi 3.000 niños en sus filas, se vieron afectados. Ayuntamiento de Málaga y Junta firmaron un convenio para atajar el problema. El ayuntamiento realizará obras de insonorización y la Junta permitirá ampliar el horario de uso a las 22.00.

Pero ya se habían iniciado procesos administrativos que hace días culminaron en las multas de 12.001 euros a los colegios Félix Revello de Toro y Lex Flavia. La tormenta política está siendo estruendosa en Málaga.

Desde el baloncesto formativo del sur de Galicia se observa la historia con estupor e indignación. "Lo de Málaga es un gran ejemplo de que no se están dando cuenta de que los niños de hoy son los adultos del futuro y que el deporte es un medio excelente para la formación integral en valores tan importantes como el respeto, el trabajo en equipo, la humildad...", comenta Sergio González, director deportivo del CB Seis do Nadal vigués, que utiliza las canchas de los CEIP Seis, Illas Cíes y Celso Emilio Ferreiro, además de pabellones municipales. "Me parecen bien las normas que están dentro de una coherencia y lógica. Pero el ruido de una actividad deportiva desarrollada en un horario coherente no se debe llamar ruido y mucho menos sancionar de la forma que se está haciendo".

En el Seis entrenan, por ejemplo, hasta las 23.00 horas. "Desarrollamos nuestra actividad dentro de unas normas lógicas y nunca hemos tenido ningún problema por los entrenamientos hasta estas horas", comenta Sergio. "Son niños que están en un entorno seguro, bajo las órdenes de un responsable, en su patio del colegio, con sus amigos de clase... Y el ruido que hacen molesta a adultos que consiguen que se queden sin hacer deporte ¿En qué mundo vivimos?".

Mayte Méndez, entrenadora del CB Arxil y directora del CEIP do Carballal de Marín, indica: "Yo no sé cómo andan en Málaga de instalaciones deportivas. Pero aquí en Pontevedra, si por la tarde eliminan las actividades deportivas en las instalaciones de los colegios, muchos clubes se quedarían sin entrenar. Sería un crimen que las instalaciones deportivas se quedasen vacías. Nosotros, con el Arxil, entrenamos a veces incluso hasta las 9 de la noche en la pista de fuera del Pabellón Universitario. Llevamos toda la vida allí, más de 20 años, y nunca se me ocurrió plantearme si podíamos estar molestando al vecino de al lado".