De Madrid a Santiago pasando por Vitoria. La «crisis del ruido» retumba ya en todo el baloncesto español. Incluso desde Estados Unidos han llegado mensajes de apoyo e incredulidad de dos embajadores malagueños que juegan en universidades americanas como Francis Alonso y Rubén Guerrero. Lo cierto es que el tremendo desaguisado que entre el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía han organizado prohibiendo entrenarse y jugar, y limitando los horarios de uso de los colegios ha conseguido unir a todo el baloncesto español. En las últimas horas se cuentan por decenas y decenas los mensajes de apoyo a todos los equipos malagueños afectados. Nombres, además, de tremendo relieve. De máxima repercusión. De Pablo Laso, el entrenador del Real Madrid, a Sergio Scariolo, el seleccionador nacional y ex del Unicaja. Desde Jota Cuspinera, técnico del Tecnyconta Zaragoza a Moncho Fernández, jefe del banquillo del Obradoiro. Los mejores entrenadores del país han dedicado su tiempo a criticar la injustificable medida de las instituciones, que han puesto en pie de guerra al baloncesto malagueño.

Y es que la Delegación en Málaga de la Federación Andaluza de Baloncesto ha suspendido la jornada del fin de semana del 16 y 17 de diciembre y ha convocado a miles de niños y niñas a manifestarse, ataviados con las equipaciones de sus equipos y botando un balón de baloncesto, por el Centro de Málaga para llegar a las puertas del Ayuntamiento. Una imagen que sería el colmo de los ridículos para la clase política malagueña. Y es que la decisión de Medio Ambiente de multar con dos multas de 12.001 euros al Lex Flavia Malacitana y al Félix Revello de Toro hizo saltar por los aires el acuerdo al que habían llegado el Ayuntamiento y la Junta para firmar el convenio que regulara el horario de uso de los centros públicos. El baloncesto español mira a Málaga. Donde, por cierto, se echa mucho de menos una mayor implicación tanto del Unicaja como de sus jugadores. Sólo Joan Plaza habló con meridiana claridad en su día. Y apenas unos tuits del capitán Carlos Suárez y de «King Kong» Adam Waczynski en sus redes sociales. Poca aportación para un gravísimo problema de toda Málaga.