El 'rider' malagueño Regino Hernández ya está en casa. Regino aterrizó este domingo por la tarde en Madrid luciendo orgulloso la medalla de bronce cosechada en la prueba de snowboard cross de los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang 2018. se ha mostrado orgulloso por haber hecho "historia para nuestro país" después de 26 años de sequía, y ha explicado que a pesar de la apuesta "la barba no se toca".

El malagueño tiene previsto "bajar" a Málaga en unos días, probablemente a finales de esta semana, aunque aún no tiene una fecha fija. En Mijas quieren darle la gran bienvenida que él se merece y celebrar el bronce olímpico cosechado esta semana, un hito histórico para el deporte de invierno español.

"Estoy muy contento, he conseguido hacer historia para nuestro país en este deporte y es increíble", declaró Regino a su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas procedente de Doha. Además, el mijeño dio las gracias por "el apoyo recibido en redes sociales y la difusión" que ha tenido, dejando claro que en el deporte "no todo es fútbol".

"En España hay cultura de nieve, pero la cultura de nieve que hay es para disfrutar, no hay cultura de competición, y esperemos que después de estos resultados la gente poco a poco vaya cogiendo esa cultura", manifestó Regino.

Además, confesó a quién dedicaba esta medalla. "Tiene varias dedicatorias. La primera es para un amigo que falleció hace tres años que era como un hermano mayor para mí, y cómo no, a Israel Planas, que falleció el año pasado después del Mundial", manifestó.

"Ahora tenemos la final de la Copa del Mundo, nos quedan tres pruebas más todavía. Voy el séptimo del ranking, así que a seguir subiendo escalones", declaró en relación a los objetivos que le esperan en 2018. "Nos quedan siete u ocho días y nos vamos a La Molina, en Cataluña, de allí volamos a Rusia, de Rusia a Suiza y ya por fin ahí, sí hay parón para descansar", añadió.

Por último, recordó las apuestas pendientes que tiene que cumplir. "Ahora me toca realizar varias apuestas, pero orgulloso de cumplirlas", subrayó. Al ser preguntado por una de ellas en concreto, la de afeitarse la barba, fue claro. "La barba no se toca. Hice una apuesta con mi skiman y me tengo que tatuar su cara y él se tiene que tatuar la mía", finalizó.