El rider malagueño Regino Hernández entró por la puerta grande en el olimpo del deporte español al lograr de manera brillante la medalla de bronce en la prueba de cross del snowboard de PyeongChang 2018. Ya avisó el de Mijas antes de competir en La Opinión que iba a por todas a Corea del Sur y ha demostrado que no iba de farol.

De paso además, puso fin a 26 años de espera en el deporte invernal español y logró la tercera medalla olímpica de España en unos Juegos de Invierno. Y es que, España sólo tenía en su palmarés el oro de Francisco Fernández-Ochoa en eslalon, en Sapporo (Japón) en 1972, y el bronce de su hermana Blanca en la misma disciplina en Albertville (Francia) en 1992, pero el deportista costasoleño se unió a ellos tras una brillante actuación en el circuito de Phoenix Park donde sólo fue superado por el gran favorito, el francés Pierre Vaultier, y el australiano Jarryd Hughes.

Hernández consiguió el mayor éxito de su carrera deportiva. Campeón del mundo junior en 2011, este mijeño de 26 años, sólo tenía hasta ahora una tercera plaza en la Copa del Mundo, en La Molina (Girona) en 2014, y la plata mundial por equipos del año pasado en Sierra Nevada (Granada) junto a un Lucas Eguibar pero demostró pericia y nervios de acero para subirse al podio.

«Es un bronce que sabe a platino. Es un sueño hecho realidad. En nuestro deporte solo hay una prueba cada cuatro años. ¿Historia? Cualquier persona de cualquier deporte desea dejar su huella en su país, y haber dejado mi huella en la historia es más importante incluso que el bronce», dijo el malagueño tras lograr la machada en Corea.

El snowboarder nacido en Ceuta, pero criado en Mijas, relató sus sensaciones sobre cómo fue la final. «Ha sido la mejor final que he corrido nunca. Al salir me he puesto segundo, he podido seguir a Pierre Vaultier; luego, ha aparecido y me ha adelantado Jarryd Hughes y nos hemos ido los tres. Me he dado cuenta por el sonido de que estábamos los tres solos, y en la recta final he intentado apretar para raspar la plata, pero no ha podio ser», explicó.

Respecto a su ya famosa frase sobre un posible cambio de aspecto para celebrar la medalla («Aunque gane medalla, no me corto la barba. Antes me corto los c...», dijo antes de las series), Hernández fue claro: «La barba se queda donde está, ni se toca», apuntó entre risas con la bandera de España anudada al cuello.

El tercer medallista español de la historia confía en que este resultado ayude a su deporte. «Espero que esta medalla tenga mucha repercusión y la gente empiece a conocer el snowboard, que es un deporte tan increíble y en el que tenemos tantísimo nivel», señaló en manifestaciones facilitadas por la Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI) el séptimo en la Copa del Mundo de snowboard.

Desde los entrenamientos previos a las eliminatorias, Regino Hernández demostró mucha confianza con el circuito al obtener el tercer mejor tiempos en las rondas clasificatorias. Hernández pasó a los cuartos y las semifinales en primera posición, aunque sufrió en los octavos, donde logró el pase por cuatro centésimas. «En todo momento he intentado salir lo más rápido posible y ponerme delante. De esta forma, las posibilidades aumentan», explicó el 'rider', que tuvo un recuerdo para Israel Planas, su entrenador fallecido poco después de los mundiales de Sierra Nevada de 2017. «Israel es el culpable de que hoy estemos aquí. Ha estado muchísimos años con nosotros y gracias a él hemos cogido un nivel increíble», señaló antes de recordar también a su amigo íntimo Ángel Moreno, que falleció hace dos años.