Con la satisfacción del deber cumplido, pero con la pena de que las semifinales de la Challenge Cup se escaparon por 15 minutos malos en el inicio del segundo tiempo del partido de vuelta jugado el domingo contra el MKS Perla Lublin, el Rincón Fertilidad trabaja desde ayer pensando en lo que resta de temporada en la Liga Guerreras Iberdrola y, sobre todo, en la Copa de la Reina del próximo mes de abril en Málaga, una cita histórica para el balonmano de la capital costasoleña.

Una vez consumada la eliminación continental, el objetivo del equipo malagueño de cara a la próxima temporada es repetir experiencia en competición europea, para lo cual el Rincón Fertilidad tiene un exigente reto deportivo ­-al margen del económico, con necesidad de mejorar en casi un 50% su actual presupuesto-.

Hay una doble vía en lo estrictamente deportivo para regresar a Europa. Una opción es a través de la Liga y otra es por la Copa de la Reina, que se jugará entre el 20 y el 22 de abril en el Polideportivo de Ciudad Jardín. No será nada fácil, eso sí, ninguna de las dos.

Especialmente difícil parece que las «panteras» malagueñas logren el pase europeo vía Liga Guerreras Iberdrola. Solo las tres primeras clasificadas al final de la temporada tendrán acceso seguro a competición continental. El campeón de Liga jugará la Champions League, el segundo clasificado jugará la EHF y el tercero disputará la Challenge Cup, competición que esta temporada han disputado las chicas de Diego Carrasco.

La situación de las malagueñas en la Liga no invita a mucho optimismo. Las costasoleñas, tras la disputa de 17 jornadas (16 ha jugado el Rincón Fertilidad, que tiene un partido aplazado) son séptimas, a 10 puntos de la tercera plaza que ocupa el Mecalia Atlético Guardés. De hecho, las tres primeras, Rocasa, Bera Bera y Guardés son claros candidatos a repartirse esas tres plazas de aquí al final de la temporada.

Hay, eso sí, un factor que podría «abaratar» el objetivo. Y es que si el Rocasa Gran Canaria gana la Challenge Cup, entonces la Liga española aumentaría a cuatro sus plazas en competición europea de cara a la próxima temporada. En ese caso, a las de Diego Carrasco les valdría con ser cuartas al final de la Liga, un objetivo que también está complicado, pero que sí puede ser más asequible si las «panteras» son capaces de hacer un buen esprint final de temporada en las 9 jornadas que restan de temporada.

La otra vía para llegar a Europa es a través de la Copa de la Reina, que se jugará en Málaga por primera vez en la historia, del 20 al 22 de abril. Ahí, la Federación Internacional reserva una plaza en la Challenge Cup para el ganador o para el subcampeón, en el caso de que el campeón logre otra plaza europea a través de la Liga. Es decir, que si el Rincón Fertilidad juega la final copera, tendrá muchas opciones de volver a Europa la próxima temporada, teniendo en cuenta que el otro finalista es lógico que sea alguno de los tres «grandes» del balonmano femenino nacional.

Además del reto deportivo, no se puede descuidar el aspecto económico, que también es fundamental para poder jugar con solvencia en Europa. El Rincón Fertilidad tuvo serios problemas para desplazarse a Lituania en la eliminatoria de octavos de final y llegó a un acuerdo con las macedonias del Metalurg y con las polacas del Lublin para poder abaratar costes jugando ambas eliminatorias de manera íntegra en Málaga.

Aún así, el club se ha gastado 38.000 euros para poder jugar la Challenge, un dinero que se sale del presupuesto inicial del equipo, que esta temporada llega a los 180.000 euros. Para poder volver a Europa sin problemas, el Rincón Fertilidad debería tener una partida presupuestaria en torno a 300.000 euros, una cifra que será imposible conseguir sin un mayor apoyo de las instituciones malagueñas y andaluzas, además de más patrocinadores que la generosa aportación del empresario malagueño Manolo Rincón.

El objetivo es volver a disfrutar del mejor balonmano de Europa en Málaga. Difícil, pero con estas chicas nada es imposible.