La jugadora del Rincón Fertilidad Málaga Emma Boada fue elegida, a través de los votos de los aficionados de la Liga Guerreras Iberdrola, como la Guerrera Iberdrola de la Jornada 23, tras ser designada la mejor jugadora del encuentro que enfrentó al equipo malagueño contra Rocasa Gran Canaria y que se saldó con victoria para el conjunto dirigido por Diego Carrasco.

Emma Boada se mostraba exultante tras saber que había sido la elegida como Guerrera Iberdrola. «Al final es algo que nos hace mucha ilusión, no por el trofeo en sí, sino por lo que representa, que es hacer bien las cosas».

Para la jugadora catalana, tras pasar la temporada anterior varias lesiones que no le permitieron tener continuidad, el verdadero premio es volver a disfrutar del balonmano. «Si me llegan a decir a principio de temporada que iba a poder a jugar todos los partidos y que además iba a hacerlo a este nivel, no me lo hubiese imaginado, así que estaría muy contenta. Para mí está claro que recibir este premio está muy bien, pero el verdadero premio ha sido jugar con continuidad toda la temporada».

Emma tiene claro que este premio es individual, pero que en balonmano los triunfos son del colectivo. «Esto es un deporte de equipo, y al final ganamos todas. Yo siempre intento aportar todo lo que puedo, pero sin mis compañeras nunca podríamos ganar, entonces, está claro que este premio es para mí, pero también para ellas».

En lo que se refiere a la planificación deportiva del próximo curso, el futuro de Gabriela Pessoa sigue estando lejos de Málaga toda vez que la primera línea brasileña tiene una oferta de un club de Israel que mejora económicamente la propuesta que el Rincón Fertilidad le ha puesto encima de la mesa. Pessoa tiene ahora un nuevo representante que está por la labor de «mover» a la jugadora y en el club son conscientes de que lo normal es que Gabi no siga en Málaga.

El Rincón Fertilidad tiene conversaciones avanzadas con la uruguaya Iara Grosso para que ocupe esa posición, aunque se valoran otras opciones porque ya hay cinco extranjeras con contrato para el próximo curso y la charrúa cerraría las seis plazas que permite la Liga.