Las realidades se miden con hechos. En muchas ocasiones uno puede escuchar buenas ideas, trazar una hoja de ruta competente o querer poner en práctica un método que ya haya funcionado, pero del dicho al hecho hay una distancia considerable. La evolución del deporte femenino en Málaga, y en concreto la del baloncesto, son el ejemplo de un trabajo en el que se lleva incidiendo muchos años, y por el que se ha apostado de manera directa en los últimos tiempos.

El último club que ha dado un paso adelante es EBG Málaga. La reconocida organización baloncestística malagueña contará con un equipo en la liga de Primera Nacional, la tercera categoría del básket femenino español.

En el timón estará Francisco Molina, un técnico con mucha experiencia en el básket femenino. «Este proyecto nace porque queremos darle una salida a todas aquellas jugadoras que terminan su etapa júnior, para que sigan compitiendo y no se desvinculen del club», explica el entrenador sobre la situación que ha generado esta decisión del club de Los Guindos finalmente. Pero destaca donde han centrado sus objetivos prioritarios. «El objetivo no es sacar jugadoras a ligas profesionales, sino primero que no abandonen el deporte por los estudios; y segundo, que tampoco abandonen el club porque no haya ninguna oportunidad para seguir jugando con nosotros», comenta a este periódico Francis, que también puntualiza: «No es tanto un proyecto deportivo como un proyecto académico».

Se trata de un plan diseñado junto a la Universidad de Málaga (UMA), en cuyas instalaciones jugará sus encuentros este equipo como local, pese a entrenar dos días en semana en las pistas del San José Obrero. Con las miras puestas en el año que viene, cuando todas las júniors de segundo año pasen a categoría senior, esta temporada el proyecto arranca con un grupo muy diverso. «Este año al formarse el equipo por primera vez, hemos elaborado una plantilla que construya una base para el próximo curso. Tenemos varias veteranas y la mayoría de jugadoras son universitarias, un total de 15 fichas, aunque podrán ir subiendo algunas júniors durante el año», comenta Francis.

Por otra parte, si esta idea se ha materializado ha sido gracias al apoyo de su espónsor: Clínicas Dental Lozano y Fraile. El patrocinador vinculado al club, además, dará nombre al equipo en su periplo en la Primera Nacional.

Ahora mismo, el conjunto de Francis Molina solo cuenta con media docena de sus efectivos, las seniors que hay en la provincia, a la espera de que lleguen las demás jugadoras cuando empiece el curso académico, una circunstancia que provoca que muchas júniors tengan que vestirse para el debut en la competición el 30 de septiembre contra Agustinos.

En cuanto al impulso del baloncesto femenino en la provincia, Francis lo tiene claro. «Me da mucha alegría que se vea que en Málaga hay nivel, que se le esté dando tanto impulso. Ya hay tres clubes de importancia en las altas categorías de nuestro deporte y eso, al fin y al cabo, da un poco de sentido al trabajo que se lleva haciendo aquí tanto tiempo, por lo que me siente muy contento», admite un técnico que esta campaña se hará cargo de ese tercer conjunto de referencia para el básket femenino en la provincia, tras los pasos del Asisa Alhaurín de la Torre, en Liga Femenina 2, y el Unicaja, que será uno de sus rivales en la tercera categoría esta temporada.