Isabel Almaraz es otra de las competidoras que están en Málaga durante estas dos semanas mostrando lo mejor de sí misma en el Mundial Master de Atletismo. Almaraz ha logrado en la Costa del Sol una doble medalla de oro que sabe a gloria. El pasado domingo, la salmantina se proclamó campeona del mundo de los 10 kilómetros en ruta en su categoría de más 45 años en Málaga. Y esta semana, la atleta se colgó otra medalla de oro al proclamarse campeona del mundo de su edad en la prueba corta de los cinco kilómetros. Dos preseas doradas que tienen mucho más valor que, el de por sí, gran triunfo logrado en este Mundial Master.

Isabel Almaraz es peluquera y hace unos años se le diagnóstico una enfermedad llamada fibromialgia. La dolencia se caracteriza por el dolor generalizado en músculos y articulaciones, acompañado por un tremendo cansancio. Al mal tiempo ella ha puesto buena cara y se ha volcado más aún en el deporte, ya que la actividad física, según sus palabras, le ayuda en su lucha diaria y le da energías extra para seguir peleando.

«Practico atletismo entre cuatro y cinco días a la semana y además tengo que sobrellevarlo por mi problema de fibromialgia. Si dejo de hacer deporte empeoro, lo tengo comprobado», relata la atleta federada en declaraciones a la web de la competición, reconociendo además: «Cuando me preguntan por qué me gusta correr tanto yo digo que realmente no me gusta, que lo hago obligada por mi problemática».

Gran mejoría

Su tesón en el deporte, a pesar de su enfermedad, ha provocado que Almaraz haya tenido una buena preparación, algo que se ve en sus buenos tiempos. La salmantina ganó la prueba de los 10 kilómetros con un tiempo de 37 metros y 10 segundos, y en la cita de los 5 kilómetros firmó 17:46.93, que es además récord nacional de su edad-, una mejora que asocia «a un año para acá».

«He empezado a entrenar a las órdenes de Pedro Gómez Rodríguez, que conoce mi problema y vamos programando mis entrenamientos según mis sensaciones y dolencias», explicó. «Antes entrenaba un poco a mi ritmo, sin series. También achaco mi mejora sin duda a mi grupo de entrenamiento, que es maravilloso, y a mi pareja», relató. Almaraz, que esta temporada ha quedado campeona de España en su categoría de 3.000 metros en pista cubierta, de 5.000 en pista al aire libre y que se colgó la presea de bronce en el Europeo de cross celebrado en Madrid, encuentra la motivación diaria en las pequeñas cosas.

«La motivación más grande es que correr me ayuda a no empeorar de mi enfermedad. Tuve problemas en noviembre de 2017, tuve que dejar de correr tres semanas y empeoré muchísimo, hasta me quedé coja, y a raíz de volver a entrenar mejoré sin parar. No lo puedo dejar porque es mi salvación. El último brote lo he tenido hace unos pocos días pero por «fortuna» ha sido en la mandíbula y no me ha limitado para correr y he ganado el Mundial con esa parte de la cara medio dormida. Por supuesto que también motiva para salir a correr ganar las carreras pero es muy duro salir a entrenar con dolor. Cada día puede ser una cosa distinta: puede dolerme todo el cuerpo, o una pierna, o la mandíbula, lo que toque. Mi pareja y mi hijo me ayudan mucho cada día. Hay veces que no puedo andar o ni siquiera barrer en casa», concluye Isabel, la campeona del Master y contra la enfermedad.